Sobre democracia y populismo
El término “populismo” está continuadamente presente en el lenguaje político. En Europa, más que la definición de un proyecto político resulta una manera de descalificar al contrincante. Hay populismo en la derecha y en la izquierda, muy especialmente en las nuevas derechas e izquierdas que han nacido o renacido más allá de los partidos tradicionales que se turnaban en el poder. Pero incluso partidos conservadores y socialdemócratas, como pasa en España entre el partido Popular y el Partido Socialista, se acusan a menudo de tomar medidas puramente populistas. Sería un sinónimo de demagogia e intento fraudulento de gustar a determinados colectivos o grupos sociales para mantener o intentar ocupar el poder. Dicho esto, resulta evidente que no estamos ante una ideología política sino más bien ante una manera de hacer política en tiempos de adscripciones tenues con las ideologías tradicionales y de debilitamiento de las organizaciones partidistas clásicas. Un instrumental político, básicamente centrado en la comunicación y el márqueting, que se impone en tiempos de fuerte desigualdad y polarización social y en el momento que se han desdibujado las antiguas vinculaciones y culturas de clase.
- Publicado en Opinión