Apuntes para salir del marasmo
Trazar una guía para salir del marasmo político en el que nos hallamos implica definir el marasmo: “grado extremo de agotamiento o enflaquecimiento”, dice el diccionario de la Academia Española. ¿Dónde nos hemos agotado y enflaquecido? ¿Quién tiene responsabilidades en alentar este desconcierto? Las responsabilidades, con grados diferentes, son múltiples. Vayamos por partes. Empecemos por la derecha. El Partido Popular, a través de sus dirigentes, ha abandonado anteriores señas de identidad procedentes de cierto centrismo que le otorgó en su día una templada consistencia, muy necesaria en un país de extremos como el nuestro. Hoy asistimos a la abducción ideológica del PP a manos de Vox, partido enriscado en objetivos políticamente inviables en pleno siglo XXI. Negar, como niegan sus dirigentes, la violencia machista, el cambio climático, la España autonómica; arremeter contra derechos y libertades cívicas y sexuales conquistadas, amagando con suprimirlos, así como rechazar la voluntaria muerte digna; execrar el derecho a la memoria histórica y democrática, o proponer la ilegalización de los partidos nacionalistas y de izquierda son, sencillamente, aberraciones que no tienen cabida constitucional a estas alturas. Por eso, el primer mandamiento del decálogo que aquí proponemos consistirá en que Vox haga examen de conciencia y si desea ser naturalizado y salir del evidente corsé puesto alrededor suyo, corsé que extiende y aprieta sobre el PP, debe necesariamente abandonar ese ideario agresivo tan extemporáneo y adaptarse a los tiempos presentes ateniéndose a la Constitución del 78, susceptible, por cierto, de ser mejorada y enmendada puntualmente cuando los consensos necesarios para ello sean posibles.
- Publicado en Opinión