El Manifiesto de Tamworth: el programa político conservador
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Historalia
El Manifiesto de Tamworth, de Robert Peel, de diciembre de 1834, tiene la importancia histórica no sólo de convertirse en el programa político del Partido Conservador británico, sino de ser, seguramente, el primer programa político de un partido, porque no parece que haya precedentes.
En noviembre de 1834 el rey Guillermo IV destituyó al primer ministro whig, Lord Melbourne, pidiendo al duque de Wellington que formara gobierno, pero se mostró reacio y recomendó al monarca que eligiera a Robert Peel.
Al aceptar el encargo y, seguramente para distanciarse de Wellington porque le había recomendado, quiso presentar al país una nueva cara del conservadurismo, frente al viejo conservadurismo encarnado en el duque.
Así pues, el 18 de diciembre los periódicos publicaron el Manifiesto, con una amplia difusión por todo el país, aunque formalmente era un discurso dirigido a los electores del distrito electoral por el que se presentaba Peel.
El Manifiesto suponía la aceptación de la reforma electoral de 1832 como irrevocable. Dicha reforma, a pesar de que pueda parecer muy moderada, casi dobló el número de electores. Se exigía el pago de una renta para tener derecho al voto, en una versión británica del sufragio censitario. Por otro lado, una parte de los “burgos podridos” perdieron sus escaños y otra parte vieron reducida su representación, mientras que se concedieron escaños a algunas ciudades. Esta reforma consiguió terminar con el monopolio de los propietarios y del mundo rural para permitir la presencia de los representantes de las ciudades y de la industria. La reforma había sido propuesta y defendida por los whigs, con Lord Grey como primer ministro. Que los conservadores con Peel aceptasen esta reforma suponía un claro ejemplo de este nuevo conservadurismo.
Además, Peel prometió que los conservadores emprenderían una revisión cuidadosa de las instituciones civiles y eclesiásticas, es decir, se defendía una voluntad de reforma. Además, se prometió que se corregirían los abusos comprobados y se establecería la reparación de los agravios demostrados. Peel también se ofreció a reformar las cuestiones de la Iglesia de Inglaterra con el fin de preservar los “verdaderos intereses de la religión establecida”.
Así pues, reformar, pero sin abordar cambios considerados como innecesarios.
Este Manifiesto confirmaría nuestra tesis, defendida en otro artículo en este medio, sobre la capacidad de adaptación de los conservadores a las nuevas circunstancias, un ejemplo no muy seguido, a nuestro entender, por el conservadurismo en otros lugares.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.
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