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Richard F. Burton. Su Vida. III


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Más allá de lo que he escrito sobre Burton en los textos anteriores, hay que tener en cuenta, sus investigaciones acerca de los usos y costumbres, de los pueblos primitivos o semibárbaros, muchos de los cuales han desparecido ya de la faz de la tierra. En verdad fue un auténtico pionero en los estudios etnológicos y, puede incluso parangonarse, con el gran estadounidense Lewis Henry Morgan (“La liga de los iroqueses”, 1851), aunque la contribución científica de Burton, sólo ha sido debidamente conocida, no hace tanto tiempo, a finales del pasado siglo. Quizá, tan importante como cualquier otra de sus ocupaciones, fue su papel en lo que más tarde habría de llamarse, la “Gran Partida” o el “Gran Juego” (al que me he referido muchas veces, en mis escritos sobre Afganistán) según expresión que popularizaría Rudyard Kipling en “Kim”.

En el “Gran Juego”, invirtió Inglaterra gran parte de sus energías, a lo largo del siglo XIX. La competición, que se había desencadenado, entre las potencias europeas, competición centrada en el dominio de Asia y el Oriente – por razones puramente económicas – terminó por convertirse en una pugna entre Rusia y Gran Bretaña, pugna librada sobre todo en secreto, aunque a veces, dirimida mediante acciones militares. El papel que desempeñó Burton, dentro de la política colonial de su país, fue de suma importancia. Burton no escribió nunca con claridad sobre estas cuestiones, aunque sí ha sembrado de claves algunas de sus obras, especialmente sus crípticas referencias, al uso de “los fondos del Servicio Secreto”, en el derrocamiento de ciertos caudillos nativos, o al “lado oculto”, de las grandes victorias militares. Algunas de sus exploraciones, trajeron consecuencias cruciales en la época, como en el caso de su participación, en la década de 1840, en una trama destinada a destronar al sha de Persia. Fue, también, uno de los agentes que contribuyeron de forma decisiva, a poner con firmeza bajo el control británico, las provincias del Sind, el Beluchistán y el Punjab occidental. Fingiendo ser un simple aficionado, a las investigaciones arqueológicas exploró, asimismo, ciertas zonas de Palestina, del Líbano y de Siria, que su gobierno consideraba dignas de ser expropiadas. En la entrada “Burton” de la Enciclopedia Británica (en su edición de 1911) Stanley Lane-Poole, uno de los “enemigos encubiertos” más acérrimos que tuvo Burton en vida, intentaba señalar – sin llegar a revelarlo – ciertos secretos de estado, relativos a que “las exploraciones de Burton por el este de África, tuvieron por objeto, zonas que desde entonces, han sido de muy peculiar interés para el Imperio británico”, insistiendo en que, en sus ulteriores exploraciones, “por el extremo opuesto de África, por Dahomey, Benin y la Costa de Oro… se hicieron por territorios, que también han pasado a formar parte, de las ‘cuestiones imperiales del momento’”.

Pues eso.

Nacido en 1942 en Palma. Licenciado en Historia. Aficionado a la Filosofía y a la Física cuántica. Político, socialista y montañero.