Las rivalidades territoriales como causa de la Gran Guerra
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Historalia
Las rivalidades territoriales fueron una causa muy importante del enfrentamiento bélico.
Francia deseaba recuperar los territorios de Alsacia y Lorena que le había sido arrebatados por Alemania en 1871, con la derrota en la Guerra Franco-Prusiana. Esta pérdida generó un intenso revanchismo, que caló profundamente en la opinión pública francesa porque fue considerada una humillación. El problema se agudizó porque Berlín decidió aplicar una política de clara germanización en ambos territorios.
En el otro extremo de Europa, Polonia estaba repartida entre Rusia, Austria y Prusia, a pesar del nacionalismo polaco. Mientras Austria imponía una administración bastante tolerante, Alemania ejercía una dura política contra el nacionalismo polaco, además de asentar colonos alemanes en el territorio.
Rusia, por su parte, que había ejercido una clara política de rusificación en el siglo XIX, cambió de estrategia, no para defender la independencia polaca, pero sí en favor de una unificación de toda Polonia dentro del Imperio ruso. Por eso alentaba, en cierta medida, el nacionalismo polaco contra los austriacos y alemanes, mientras que los primeros hacían algo parecido contra los rusos, y con más éxito, habida cuenta del trato que dispensaban a los polacos. Así pues, cuando estalló la Guerra, se formaron las Legiones Polacas, una de las cuales fue comandada por el gran líder nacionalista polaco, Pilsudksi, como una fuerza independiente de las fuerzas armadas del Imperio autrohúngaro.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.