Baldíos
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Historalia
Los baldíos eran en las épocas medieval y moderna las tierras que no fueron repartidas en las distintas etapas de la repoblación. El origen del término es árabe, y puede derivarse de “tierra secana”, o de “inútil” o “sin gran valor”, ambos muy significativos en relación con lo que decíamos al principio. Es más, existe una tercera teoría que asimila el baldío, en relación con la segunda acepción. Era lo que se usaría en balde. De ese modo, las tierras baldías serían aquellas por las que no se cobraba ningún tipo de renta por su uso.
Así pues, los baldíos era bienes raíces públicos, que pertenecían a la Corona (realengos), que permitía su libre utilización a los vecinos de los Concejos donde se situaban. El aprovechamiento solía ser comunal. También es cierto, que en ocasiones se discutía sobre quién era realmente el dueño de los baldíos, si la Corona, los señores o los Concejos.
Los baldíos no eran, como vemos, las mejores tierras, y solían estar apartadas del centro de la localidad, por lo que solían destinarse más que al cultivo al alimento del ganado, o eran simplemente monte. Pero la presión demográfica obligó en esos momentos a que se cultivasen según el modelo de agricultura extensiva de la época moderna, frente a la intensificación posterior. El problema residía en que, al ser de baja calidad, terminaban por funcionar los rendimientos decrecientes, y no se evitaban las periódicas crisis de subsistencia.
En momentos de apuros en la Hacienda Real se llegó a enajenar parte de los baldíos, como en tiempos de Felipe II y de Felipe V.
En este sentido, Felipe II comenzó a vender baldíos entre 1557 y 1558, es decir, al inicio de su reinado. Para ello, al comenzar la siguiente década se comisionaron jueces de tierras para identificar los baldíos y ponerlos a la venta. En principio, se consideró solamente vender baldíos roturados, es decir en cultivo, pero al final también se incluyeron en estas ventas pastos y montes.
Las ventas de baldíos provocaron un aumento de la concentración de la propiedad en manos de los más poderosos, y una disminución, por consiguiente, de los baldíos de uso comunal en detrimento de los Concejos y sus vecinos.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.
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