Planteamientos socialistas sobre la defensa en 1977
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Historalia
En el mes de febrero de 1977 El Socialista hizo públicas sus planteamientos sobre las Fuerzas Armadas y la Defensa, que formaban parte de las ponencias del XXVII Congreso celebrado en diciembre de 1976, el primero que pudo hacerse ya en España.
Se perseguían tres objetivos:
- Entroncar las Fuerzas Armadas en el pueblo.
- Luchar por la paz desde posiciones de fuerza.
- Insistir en la necesidad de reducir el gasto militar en todos los países del mundo.
Los socialistas criticaban que la política de defensa de España se hacía sin consultar al pueblo. Pero, además, la integración en el bloque occidental de defensa no era más que una “mera dependencia funcional del Ejército de los Estados Unidos”.
No se podría consolidar una España socialista y libre si no se estaba en condiciones de defenderse de las intromisiones o presiones de potencias concretas, en implícita alusión a los norteamericanos.
Existiría un análisis marxista en el planteamiento militar del PSOE porque se afirmaba que no se podía lograr una integración total del pueblo y de los medios de producción con la política de defensa. Se quería una unión entre las Fuerzas Armadas y el pueblo en la afirmación de que “todo el país deberá sentirse soldado y todo militar pueblo”.
Por eso se proponía, desde la asunción de la más estricta neutralidad de la más estricta neutralidad un plan en dos pasos.
En primer lugar, había que articular la defensa con la de los países europeos y suprimir las bases norteamericanas en España. En segundo lugar, debía crearse de forma progresiva una tercera fuerza militar real entre países que se encontrasen en vías de constituir un socialismo democrático, pero en este punto no parece que se aludiese a Europa, sino a una especie de no alineamiento, pensamos.
Ya en relación más con las Fuerzas Armadas españolas los socialistas insistían en la unión u “ósmosis” total entre las mismas y la sociedad. La idea central pasaba porque las Fuerzas Armadas dependiesen completamente del poder civil. Además, había que suprimir todas las situaciones administrativas existentes de actividades civiles que dependiesen de mandos militares.
El servicio militar debía ser obligatorio para todos sin diferencias de ningún tipo.
Con respeto a los derechos civiles del militar, todo soldado u oficial debía mantener aquellos rechos civiles que no estuvieran reñidos con la necesaria disciplina, algo que no se cuestionaba por los socialistas, al considerar que era imprescindible para el funcionamiento eficaz de las Fuerzas Armadas.
Por fin, si se quería una defensa realmente independiente se precisaba de una capacidad industrial bélica independiente.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.