Mundos paralelos
Pocas cosas hay tan ciertas como que debe cuidarse en extremo a quien se odia y convierte en enemigo. Mas que nada, porque casi siempre terminas pareciéndote a lo que crees que el otro es. El odio moldea las decisiones, y con ellas el carácter, con más fuerza e intensidad que el amor. El odio es durable y fiable, prácticamente acompaña para toda la vida. Se deben pues elegir los odios con mucho cuidado, dado que no todo el mundo es digno del honor de ser odiado. Viene esta reflexión a cuento de lo que anda Casado contando.
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