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Primo Levi: Un químico transformado en el escritor de su propia experiencia vital


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Primo Levi fue un químico con pasión literaria con una vida marcada por el holocausto judío resultado de la II Guerra Mundial. Su profesionalidad le permitió sobrevivir, pero su vida la dedicó posteriormente en gran parte a relatarlo.

Primo Levi nació el 31 de julio de 1919, en el seno de una familia liberal de religión judía, en Turín (Italia), ciudad en la que se licenció en Química en 1941, especialidad que desempeñó en el ámbito industrial.

En 1943, fue arrestado por la milicia fascista, que le entregó al ejército de ocupación alemán al identificarse como judío. Fue deportado en 1944 a Monowitz (Auschwitz III), que era uno de los campos de exterminio situado en la Polonia ocupada por los nazis; este campo de trabajos forzados era una instalación industrial, donde se pretendía obtener en el futuro caucho sintético, uno de los puntos flacos del ejército alemán. Allí Levi pasó diez meses hasta que al fin lo liberaron los rusos; fue el único campo bombardeado por los aliados para impedir que fuera utilizado para la fabricación industrial. Como medida del terrible drama humano: de los 650 judíos prisioneros italianos, solo 20 pudieron sobrevivir.

A su regreso a Italia en 1946, Levi ejerció primero como químico industrial en la factoría química de pintura SIVA, en Turín, hasta que se retiró en 1977 y se dedicó exclusivamente a escribir. Describió sus terribles experiencias personales en varios libros: en Si esto es un hombre (1946) cuenta su experiencia durante su cautiverio en el campo de exterminio nazi en un tono seco, sin comentarios, intentando transmitir su crudeza; y en La tregua (1963) narra su largo viaje por los países del Este hasta su retorno a Italia tras la liberación. También escribió en un estilo similar: Momentos de indulto y El sistema periódico.

El sistema periódico es una colección de 21 relatos cortos, independientes entre sí, relacionados con alguno de los elementos químicos, donde se mezcla realidad y ficción, en gran medida autobiográficos, complementada por otros dos, Azufre y Titanio, en los que no se le ha encontrado esta relación; pero en todos ellos hay claramente una metáfora de las relaciones humanas, siempre escritos con un cuidado impecable en su evidente relación con la química.

Levi describe sus orígenes en el relato dedicado al Níquel y, en el del Argón, los de sus antepasados. Hierro resulta ser el más poético, mientras Mercurio es el más imaginativo y Vanadio, el más dramático. En el Zinc hace un elogio de la impureza, que es de gran ayuda para facilitar su capacidad de combinación. El Cerio lo relaciona con el campo de concentración porque le permitió obtener tres piedras de mechero, que le ayudarían para alargar su vida hasta la liberación del campo, al utilizarlas como moneda de cambio para obtener una ración de pan. El Sodio lo define como un metal degenerado por no ser rígido, no brillar y flotar sobre el agua. Y así hace con el resto.

Italo Calvino lo define como un libro extraordinario, reflejo de una generación. Fue traducido al español con esmero exquisito por Carmen Martín Gaite para Alianza Editorial en 1999. En 2006, la Royal Institution del Reino Unido eligió este trabajo, nada menos, que como el mejor libro científico jamás escrito.

La novela Si ahora no, ¿cuándo? cuenta la historia de una banda de partisanos judíos durante la Segunda Guerra Mundial errantes por Rusia y Polonia; realmente es una parte de su biografía, en la que intenta refutar la idea de la pasividad de los judíos frente al nazismo, con la que obtuvo varios premios cuando fue publicada en Italia, e hicieron a Levi internacionalmente conocido.

Sus relatos cortos más famosos se encuentran en La Torcedura del Mono (1978), una colección de narraciones cortas sobre el trabajo y los trabajadores cuyo narrador también podría parecer el mismo autor.

El más importante de sus últimos trabajos fue su libro final, Los hundidos y los salvados, un análisis muy reflexivo del Holocausto en el que explicó que, aunque no odiaba al pueblo alemán por lo que él había pasado, no podía ser capaz de perdonarles. Levi murió, aparentemente, por suicidio al arrojarse por el hueco de la escalera de su casa, el 11 de abril de 1987. Las razones del desgraciado suceso no quedaron nunca claras, ya que no dejó nada escrito para justificarlo.

Quimico, Máster en Biotecnología y Profesor en Secundaria, FP y Universidad. Especializado en la formación del profesorado y en el diseño de los estudios en FP.

Investigador y divulgador de la historia del socialismo y del sindicalismo en educación. Realizando conferencias, exposiciones y publicaciones relacionadas sobre ellas.