El homenaje de Rosario de Acuña a Virginia González
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Historalia
La destacada intelectual y luchadora por los derechos de la mujer, Rosario de Acuña, publicó un artículo en el suplemento del primero de mayo de 1920 de El Socialista para homenajear a Virginia González, la intensa sindicalista socialista. En pocas ocasiones de aquella época dos mujeres son protagonistas de un artículo político desde posiciones progresistas para ensalzar, precisamente, ese compromiso.
Como es sabido, Rosario de Acuña (1850-1923) ocupa un lugar sobresaliente en la Historia del librepensamiento, la Masonería, las letras y la lucha por la emancipación de la mujer de este país. Por su parte, Virginia González (1873-1923), de oficio guarnecedora, dedicó su vida a la lucha sindical desde la UGT, y el feminismo socialista, recorriendo media España para defender la causa, llegar a ser la primera mujer con altas responsabilidades en el PSOE, y luego abrazar la causa de la III Internacional, perdiendo la vida de forma prematura.
Acuña conoció a González en una de las innumerables excursiones de propaganda de la sindicalista en Asturias. Al saber que iba a hablar en Turón decidió acudir al corazón minero para escucharla. Para la escritora fue toda una experiencia estar en la zona con los mineros y sus familias. Gran parte de su artículo está dedicado a reseñar ese viaje de dos días. Acuña calificó a Virginia González de “brava y sencilla mujer”, con un “corazón de proletaria”, cuyo discurso tenía un “hilo conductor de la feminidad socialista”. El verbo de la oradora era, según nuestra escritora, suave pero enérgico, sencillo como debía ser para su misión de propagandista de la causa obrera. Por ello se ganaba el respeto y el afecto.
Rosario de Acuña manifestaba que en el primero de mayo de 1920 quería hacer un homenaje a esta luchadora, a la que consideraba “verdaderamente ilustre”, para además manifestar su deseo de que ella, y otras muchas como ella en el seno del proletariado español, consiguieran hacer comprender a la mujer que debía salir de la “simplicidad de la vida doméstica” para unirse al hombre en la lucha (“revolución social de España”). Así pues, Acuña terminaba haciendo un canto al feminismo socialista.
Hemos consultado el número 3501, extraordinario, de El Socialista.
Sobre Rosario de Acuña y Villanueva:
Fernández Riera, Macrino (2005). Rosario de Acuña en Asturias, Gijón.
Fernández Morales, Marta (2006), Rosario de Acuña. Literatura y transgresión en el fin de siècle, Oviedo.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.
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