Ulrich, el hombre sin atributos
- Escrito por Mercedes Peces Ayuso
- Publicado en Cultura
(Clarisse a Ulrich) «Tú has dicho, también, que la pereza y la costumbre hacen que no se mire a ese agujero, o que la mirada se desvíe de él entreteniéndose en otras cosas. Bien; lo que falta no es nada del otro mundo: ¡hay que salir por ese agujero!»
El hombre sin atributos, 1930-43, Robert Musil
Musil era austriaco, ingeniero y militar. Tras adjetivos que definen su obra. Murió exiliado y en la miseria ̶ expulsado por la imparable avanzada nazi ̶ en Ginebra, donde comparte descanso eterno con Borges, entre otros ilustres. A pesar del relativo desconocimiento popular, esta novela se considera entre las más influyentes del siglo pasado, así que este autor se merece un sitio de honor.
A Musil le importa el mundo en el que vive y no es ajeno a las corrientes intelectuales ni sociales que lo mueven, tampoco a los sentimientos; él se halla perfectamente enmarcado en el aciago devenir de la historia del momento y por eso mismo es un hombre desilusionado y atónico ante la hecatombe europea. Para poder asumirlo y relatarlo, necesita distancia. Por eso decide servirse en esta obra de un acontecimiento anterior, que no por ello deja de ser admonitorio: la preparación, un año antes de la Primera Guerra Mundial, del septuagésimo jubileo del emperador Francisco José I (esposo de la celebérrima y mal edulcorada Sissi), que nos es contada por un narrador omnisciente que conoce los acontecimientos por ser pasado, unos hechos tan caóticos como la propia estructura de esta obra de más de mil quinientas páginas. Pocas son para cargarse el continente.
Así que en este contexto confuso, el protagonista, Ulrich, un perfecto antihéroe novelado, decide tomarse un año sabático para determinar qué hacer con su vida y la decisión a la que llega es la desintegrar sus «talentos» de hombre moderno y mimetizarse con el ambiente, es decir: perder los atributos de su yo y disolver su conciencia en un mundo a punto de disgregarse y de una Europa degradada, sin rumbo ni liderazgo, para poder asimilarlo y sobrevivir. Por cierto, algo muy moderno y actual para nosotros, al borde, si es que no lo estamos ya, de una nueva conflagración mundial.
Me asusta pensar que necesitemos tener también una perspectiva temporal ante todos los peligros que tenemos encima, porque creo que en este siglo con tanta información sería una gran pérdida de tiempo tener que esperar a escribir nuestra novela una vez pasado el apocalipsis para no aplicarnos las advertencias y enseñanzas de El hombre sin atributos, antes de convertirnos en atributos sin hombres, siendo, en palabras de Musil, como peces que muerden el cebo sin ver el sedal.
Estamos asistiendo a la desaparición de la cultura y los atributos del europeo medio, nos lo están contando, lo estamos viendo, lo vivimos, y solo seguimos lamentándonos esperando pacientemente nuestro turno como si todo sucediera en las pantallas y los libros. La bofetada, sabida, va a ser monumental.
Mercedes Peces Ayuso
Licenciada en Filología Hispánica (1984-89) y en Filología Alemana (2001-04) por la universidad de Salamanca, con diplomaturas en italiano y portugués. Vivió 10 años en Alemania, donde dio clases en la VHS (universidad popular) de Gütersloh, Renania del Norte-Westfalia, desde 1993 a 2000.
Posteriormente, ya en España, decide dedicarse a la traducción y corrección de libros y textos de diversa índole, labor que sigue ocupando a día de hoy.
Es miembro de la AEPE (Asociación Europea de Profesores de Español), de ASETRAD (Asociación Española de Traductores e Intérpretes) y otras entidades relacionadas con la traducción.
Asimismo, colabora como traductora honoraria para diversas ONG.