Y Montoro sacó la zanahoria
- Escrito por La redacción
- Publicado en Déjà Vu
Hace una semana, el Ministro de Hacienda, el ínclito Montoro, afirmaba que no se podía bajar impuestos, fundamentalmente porque tenía que guardarse algunas zanahorias como reclamo electoral (sic). Ante semejante provocación, los socios de Gobierno del PP no tardaron en reaccionar y Rivera recordó que sus 32 diputados son vitales para la aprobación del techo de gasto que pretende Rajoy.
Ayer Montoro pactó con Ciudadanos una bajada del IRPF para las rentas de menos de 18.000€ y dejó exentos de pago a las de menos de 14.000€ como le exigía Rivera. En una semana, un PP débil con sus 137 diputados, se vio obligado a sacar las zanahorias que pretendía guardarse para engatusar votantes de cara a unas eventuales elecciones. Esta medida costará unos 2.000 millones de euros y está por ver de dónde recortará el PP para seguir en la senda de reducción del déficit público que nos exige Europa.
La letra pequeña de esta reducción no se conocerá hasta que se negocien los Presupuestos Generales del Estado del año que viene y no la notaremos los contribuyentes hasta que no presentemos la declaración de Hacienda del ejercicio 2018, allá por junio de 2019, por lo que no entraremos en valorar si es positiva o no, si ayuda realmente a los más desfavorecidos o es mera propaganda que acabaremos pagando los usuarios de la Sanidad, la Educación o la Dependencia.
Desde EL OBRERO, queremos detenernos en el “partido” que fuerzas políticas como Ciudadanos, Coalición Canaria, Partido Nacionalista Vasco o Nueva Canaria le están sacando a un número pequeño de diputados, en algunos casos, exiguo. El hecho de que el Partido Popular Gobierne en solitario con tan solo 137 diputados abre un abanico de posibilidades de pacto casi infinitos salvo por los vetos previos que algunos, como el PSOE, se ha auto impuesto.
Los Presupuestos Generales del Estado para 2017 aprobados recientemente se convirtieron en una subasta, los líderes de las formaciones que tenían previsto apoyar al PP acudían a Moncloa con su lista a los Reyes Magos y el Gobierno, en su debilidad, iba repartiendo millones como si fueran caramelos, aun a costa de romper algunos principios básicos de igualdad y equidad entre españoles.
En lugar de pensar en lo mejor para España, para todos y cada uno de los españolitos, residan en donde residan, voten a quien voten, las grandes formaciones políticas españolas han obrado en función de sus intereses partidarios: el PP, consolidando su lugar en el poder sin importarle a qué parado dejarán sin prestación o a qué dependiente abandonarán a su suerte por los millones que usan para comprar apoyos.
El PSOE, con su no es no, negándose a imponer el peso de sus 84 diputados para negociar con el Partido Popular una buena reforma fiscal que reparta la carga impositiva con mayor justicia o una nueva ley de financiación autonómica que reactive la cohesión territorial que lleva deteriorándose demasiados años, que recupere la solidaridad inter territorial que han ido abandonando décadas de cesiones a los nacionalistas a cambio de su apoyo… Incluso una reforma constitucional que actualice nuestra Carta Magna y ayude a solucionar tensiones territoriales.
Y Podemos… Podemos decidido a luchar contra el sistema aun disfrutando de los beneficios de formar parte de la élite del sistema, con el primordial objetivo de acabar con el PSOE para ocupar su lugar hegemónico al frente de la izquierda española.
Quizás sea porque nuestra democracia aún es joven o porque aquello supuso un esfuerzo de generosidad sin límites, pero en España, los pactos de Estado se acabaron hace 40 años con los Pactos de la Moncloa durante la Transición. Coaliciones como las alemanas, donde derecha e izquierda trabajan juntas por el bienestar de sus ciudadanos, sin mercadear en busca de rédito electoral, son impensables aquí.