“Dejad que los niños discurran espontáneamente sin libros de texto embrutecedores y ridículos.”
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“Dejad que los niños discurran espontáneamente sin libros de texto embrutecedores y ridículos. No hacedles aprender nada de memoria; no Contrariéis jamás abiertamente sus instintos; si son buenos, que se desarrollen en toda su amplitud; si son malos, los encauzáis sabiamente. Este es el medio de hacer hombres y no papagayos supersticiosos é hipócritas.”
José Vallespinosa, “Los niños”, 1912.
