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El féretro del rey godo Wamba


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Alguna que otra vez he escrito, basado en supuestas pruebas históricas y genealógicas, de la posibilidad de que el rey Wamba, fuera un ancestro de los Alonso de León. Ahora el periodista Vicente G. Olaya, nos cuenta las peripecias que sufrió su féretro.

Alfonso X el Sabio, nunca olvidó lo que le había contado su padre Fernando III el Santo: en el convento de San Vicente en Pampliega (Burgos) – se lo había confesado Rodrigo Jiménez de Rada, arzobispo de Toledo – estaba enterrado el rey godo Wamba, “sennor de las Espannas”. De modo que, años después, Alfonso X se presentó en ese pequeño municipio y decidió, en mitad de la noche y con el máximo sigilo, llevarse el cuerpo del godo a Toledo, la capital del reino. Fue el “primer arqueólogo medievalista de la historia”, según lo califica Ricardo Izquierdo Benito, catedrático de Historia Medieval, de la universidad de Castilla- La Mancha.

Cuando Fernando III el Santo pasó por Pampliega, en torno a 1243, recordó lo que le había comentado el arzobispo y preguntó a los aldeanos. Estos le respondieron que Wamba estaba enterrado en la puerta de la iglesia, un lugar que no le pareció decoroso para un rey, puesto que todos los que entraba y salían del templo pisaban, obligatoriamente, su tumba. Así que el monarca decidió en aquel momento, tapiar la puerta. Ya volvería a buscar el real cuerpo, pero murió en 1252.

Tres décadas después, el 11 de junio de 1274, Alfonso X, volviendo de unas cortes celebradas en Burgos (Pampliega esta a unos 45 kilómetros), también pasó por ese pueblo y, “decidió satisfacer su curiosidad y, saber si su antecesor godo, seguía enterrado en la iglesia, tal, y como le había contado su padre”, nos relata Izquierdo. Entonces, ordenó a un grupo de clérigos – así evitaba que se hablase de profanación – que excavasen la tumba en mitad de la noche, para sortear las quejas de los vecinos. Y, efectivamente, el cuerpo del rey godo seguí allí. Decidió llevarse el féretro a Toledo, “que fue en tienpos de los godos cabesca de Espanna, porque este fue uno de los sennores que nunca oyó que más le onro et mayores fechos fizo por della”, se lee en un documento redactado al efecto y, que también evitaba la mala conciencia de dejar al municipio sin su rey.

Los restos de Wamba fueron depositados, en una cripta próxima al Alcazar, donde también reposaban los huesos de Recesvinto, traídos igualmente por Alfonso X desde Gerticos, una población vallisoletana. Estos dos traslados documentados, hacen suponer a Izquierdo, que el monarca sabio, quería levantar una especie de panteón de reyes, en la ciudad del Tajo.

Tres siglos después, en 1565, Felipe II, con “cierta curiosidad necrófila”, decidió que se abrieran en su presencia, los féretros que había trasladado Alfonso X a la cripta. Y allí seguían en buen estado, los cuerpos de los monarcas godos, incluso “Wamba envuelto en un paño de seda colorada”. Sin embargo, durante la invasión napoleónica, las tropas francesas incendiaron el Alcázar, profanaron los cuerpos de los monarcas godos y, robaron todo lo que había en el interior de sus sepulturas. Acabada la guerra se recogieron los pequeños trozos óseos, que se fueron encontrando y, se guardaron en una urna metálica cubierta de terciopelo. El 23 de febrero de 1845, se trasladaron a la catedral, donde permanecen.

“La excavación de Alfonso X, corresponde a la primera apertura conocida, de la tumba de un rey godo”, señala Ricardo Izquierdo Benito. “Se trataba de una figura real, aunque en el momento de su muerte, llevase siete años destronado. Pero aparece en la famosa lista de los reyes godos, de los que muy pocos conocemos su enterramiento y, de ninguno de ellos se ha podido abrir recientemente sus tumbas, que se encontrarían en alguna parte de Toledo y, que fueron saqueadas por los musulmanes, tras la toma de la ciudad en el 711”.

“No obstante”, sostiene el especialista en historia medieval, “es posible que alguna quede intacta y, que algún día la podamos descubrir, lo que resultaría un hallazgo excepcional, con el que cubrir las muchas lagunas de la arqueología del reinado de los godos”. Al fin y al cabo, la lista de los reyes llegados del norte de Europa, incluye 33 nombres y. sólo se sabe donde se hallan dos, los de la catedral.

Pues eso.

 

Nacido en 1942 en Palma. Licenciado en Historia. Aficionado a la Filosofía y a la Física cuántica. Político, socialista y montañero.