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Los godos. Wamba. El hombre que no quería reinar. I


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Este es mi rey godo favorito. No sólo porque pudiera ser un ancestro de la familia, sino por su personalidad, su vida y, lo mucho que aportó al Reino de Toledo.

Recesvinto enfermo, se retiró a la población de Gérticos, cerca de Valladolid y, allí murió y fue sepultado. Muy mal debería estar el panorama a la muerte de Recesvinto (que no tenía hijos) para que la nobleza palatina (seguramente tras un acuerdo entre las distintas facciones) fuera a buscar a un hombre que no quería reinar. Ese hombre era Wamba, ya entrado en años y, que había ocupado importantes cargos, al tiempo que conocía demasiado bien a sus pares, como para meterse en lío semejante. Pero sí era respetado por todos y, tal vez, no temido por nadie. Cuenta Julián de Toledo, coetáneo y biógrafo del rey, que Wamba se negó, una y otra vez, a recibir la púrpura. Tanto se negó, que incluso hubo que amenazarle a punta de espada. El hecho es que, ante tan contundente argumento, Wamba aceptó. Era el 1 de septiembre del 672, cuando allí mismo le coronaron. Probablemente por eso, la localidad de Gérticos tomó luego el nombre de Wamba, como aún hoy se llama.

Sobre el reinado de Wamba estamos relativamente bien informados, por la obra del ya mencionado Julián de Toledo, “Historia Wambae”, en la que se atisba ya, el inicio del conflicto, que culminaría con la caída de la monarquía goda. Afortunadamente, serán las crónicas medievales, las que nos ayudarán a comprender este período, principalmente la “Crónica mozárabe” del año 754, llamada también “Pacense y Continuatio hispana”, la “Crónica albeldense” y la “Crónica de Alfonso III”.

Wamba (672-680) fue elegido, tal como estipulaban los concilios, en el lugar del fallecimiento del anterior monarca. Pero fue uncido (sanción divina) después en Toledo, por el sucesor de Julián, el obispo Quirico, apoyándose en la ausencia de descendencia legítima, del anterior monarca. Aunque no hay texto alguno, que diga que Recesvinto murió asesinado y, todo hace suponer una muerte natural, la senilidad de Wamba – quien como hemos dicho, se negaba a ser coronado y, que aceptó finalmente por la amenaza de muerte – nos lleva a sospechar un acuerdo entre las distintas partes del reino, simbolizadas en los magnates de la corte. No todos los miembros del Aula Regia, debieron estar de acuerdo y mucho menos la nobleza de la Septimania, ya que su reinado se inició, con la represión de una revuelta, es esta provincia de la Galia. De acuerdo con los escritos de Julián de Toledo, el “comes” de Nîmes era el cabecilla, junto con el obispo Gumildo de Maguelonne y el abad Ranimiro, aunque la ciudad de Narbona se mantuvo fiel.

Cuando se produjo la revuelta, Wamba se encontraba llevando a cabo una campaña contra los vascones, para la que había solicitado la ayuda, de todos sus nobles. En el momento en que se desencadenó la revuelta, en el interior se su reino, ya había conseguido tomar algunos castros, en la parte más meridional de Vasconia, en torno al valle medio del Ebro, donde había obligado a sus habitantes, a entregar rehenes y tributos, sin llegar a internarse en los terrenos más montañosos y rudos (difíciles de controlar y, que suponían un fuerte desgaste militar), pues lo que le interesaba, era preservar la seguridad, de las ricas ciudades romanas del Ebro, como Zaragoza.

Las tropas enviadas contra los vascones, estaban mandadas por el duque Paulo, quien, una vez en la Tarraconense, se puso de parte de los rebeldes, formando una nueva facción con el “dux” de la provincia, Ranosindo y, el noble gardingo Hildigiso. Contaban con la ayuda de los monarcas merovingios, quienes se beneficiaban de la escisión de las provincias Tarraconense y Narbonense, del dominio de Toledo. Finalmente, Paulo fue aceptado también en Narbona, sino lo había sido desde un principio, pero fue ungido en Barcelona, ante la negativa del obispo de Narbona, a ratificar una tiranía que, curiosamente, incluía justo los territorios en los que se había iniciado, la conquista de las Hispanias. Se ha aceptado por válida, una supuesta carta enviada por el propio Paulo a Wamba, en la que se autodenominaba “rey de la zona oriental”, lo que suponía que proponía, un reparto ya sancionado.

Pues eso.

(Continuará)

Nacido en 1942 en Palma. Licenciado en Historia. Aficionado a la Filosofía y a la Física cuántica. Político, socialista y montañero.