“El principio de toda soberanía reside esencialmente en la Nación que no es más que la reunión de la Mujer y el Hombre: ningún cuerpo, ningún individuo, puede ejercer autoridad que no emane de ellos.”
Olympe de Gouges, artículo tercero de la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana.