Que les echen de una vez
Como aficionada al futbol, como forofa casi, he disfrutado del Mundial y me he emocionado con la victoria de la Roja. Me he emocionado, como me ocurre siempre que veo futbol, y como feminista un poco más porque el futbol femenino es más que futbol, y lo será por un tiempo. Porque, como decía Ana Requena en este artículo el futbol ha sido durante demasiado tiempo un reducto del machismo más casposo y de comportamientos que no son ya admisibles en ningún otro ámbito. El futbol es eso a lo que juegan prácticamente todos los niños del planeta en los colegios. Y esa unanimidad sirve al mismo tiempo para excluir y señalar a otros niños que no cumplen con los estándares de la masculinidad y, por supuesto, a las niñas. Es difícil que si un niño juega bien al futbol sea señalado y acosado, y es muy fácil que lo sea si falla en esa prueba. Pero las niñas son siempre previamente excluidas de ese espacio, aunque deseen estar dentro, aunque quieran jugar e incluso aunque jueguen. Y cuando las mujeres se acercan al fútbol desde otros lugares, ya sea como aficionadas, como técnicas o como árbitras, por ejemplo, van a sufrir discriminación, bromas, acoso o insultos. El futbol es la prueba del algodón del machismo.
- Publicado en Opinión