Rememorando la segunda República. 90 aniversario
- Escrito por Fernando Ayala Vicente
- Publicado en Opinión
La Segunda República nació en una coyuntura internacional caracterizada por la depresión económica. La modernización de las estructuras político-administrativas del país, como nos indica el catedrático de Historia contemporánea de la Universidad de Extremadura, Fernando Sánchez Marroyo, no pudo plantearse en peor momento. Estos deseos de cambio social, de regeneración, llevaron a enfrentamiento con los ancestrales intereses oligárquicos. El nuevo régimen debió hacer frente a graves problemas, todos acuciantes. La cuestión agraria determinada por la existencia de grandes masas de campesinos sin tierras; el excesivo protagonismo de la Iglesia en la vida social y política del país; la larga tradición intervencionista del Ejército en la vida pública y las reclamaciones descentralizadoras de raíz nacionalista surgidas en las zonas más dinámicas de España eran aspectos de tan urgente abordaje como incierto porvenir.
Por eso cobran especial significado los enormes logros alcanzados en apenas 5 años de aprendizaje democrático. Y por eso es necesario impulsar actos, tanto institucionales como académicos que contribuyan al conocimiento más preciso de lo que supuso esa parte tan importante de nuestra reciente Historia.
Por cierto, es conveniente resaltar que en Extremadura vamos a celebrar de manera muy conveniente este aniversario. De hecho se está organizando y dirigido por el catedrático de la UEX, el profesor Julián Chaves, en Cáceres un Congreso de carácter nacional, auspiciado por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y donde, esperemos encontrarnos a los mejores especialistas en la materia. Seguro que nos dan, aún más luz en este sentido.
Conociendo la situación en la que se desenvolvía la realidad de España, hay que señalar que la Segunda República, sí estuvo impregnada de grandes dosis de realismo o posibilismo. Sí podemos afirmar que no hubo impremeditación. Ahora comprendemos el elevado número de razones que demandaban los cambios. La Segunda República advino, pues, rodeada de un conjunto de antecedentes que facilitaron su puesta en marcha.
Rápidamente nos encontramos ante un feliz nuevo escenario. Sin apenas incidentes, y en medio del júbilo general, la sociedad española estrenó, el 14 de abril de 1931, una nueva fórmula de convivencia, esta vez auténticamente democrática. De ahí la necesidad de emprender numerosas reformas de todo tipo.
Me gustaría hacer especial hincapié en los valores de la nueva Constitución y de todos los derechos y libertades que propició. Claro está que las discusiones sobre la naciente Constitución determinaron su singladura. De esta manera nos encontramos con un sistema centralista pero que, evidentemente, respetó las Autonomías, hasta el extremo de aprobar posteriormente los incipientes Estatutos de algunas de ellas y lamentablemente ( por las consecuencias del golpe de Estado de julio de 1936) ver coartados otros.
A su vez fueron naciendo, por un lado, y consolidándose por otro, una gran variedad de fuerzas políticas que abarcaron todo el amplio espectro que va desde la ultraderecha hasta la ultraizquierda: partidos fascistas, conservadores, liberales, centristas, izquierdistas, socialistas, comunistas… así como crecieron los sindicatos, de los que sobresalieron espectacularmente la socialista UGT y la anarquista CNT.
Esto dio lugar que, a diferencia de lo que la oscura historia posterior quiso adoctrinar, se produjera una alternancia en el poder: en las elecciones generales de junio de 1931 la victoria fue a parar a una coalición de centro izquierda: socialistas y republicanos. En noviembre de 1933 el triunfo fue clamoroso para el centro derecha: CEDA y el Partido Republicano Radical. Mientras que en febrero de 1936 las elecciones las ganaron, ante una polarización del electorado, el Frente Popular, integrado por republicanos de izquierdas, socialistas y comunistas, pero con un programa eminentemente moderado y en absoluto se puede caracterizar como revolucionario. Queda, por consiguiente, demostrado, que durante tres legislaturas, los españoles pudieron disfrutar de un amplio elenco de fuerzas de diferente matiz ideológico, al frente de sus destinos.
Para concluir queremos insistir en el hecho de cómo se frustró lo que apareció lleno de tantas expectativas. Un tapiz que comenzó repleto de ilusiones y de esperanzas y sobre el que se dibujaron numerosas deseos de mejora de las condiciones de vida de un pueblo que, acostumbrado a vivir secularmente sometido a los tradicionales sistemas de dominación social, pugnaba por romper estas dependencias.
El aprendizaje democrático, más en un curso tan acelerado como fueron los años republicanos, fue duro e intensivo. En su haber tenemos el adelanto en bienestar social que se alcanzó en muy poco tiempo: creación de escuelas, realización de obras públicas, extensión de la Sanidad Pública y proliferación de actividades culturales para toda la población ( sirvan como muestra las Misiones Pedagógicas, un buen ejemplo lo podemos observar en el Museo de Navas del Madroño en la provincia de Cáceres)…en su debe, el hecho de que, por circunstancias muy ajenas a su voluntad, se viera truncado un proyecto que generó tantas adhesiones y que se vio plagado de una ingente cantidad de obstáculos por todas partes. Y aquí, cuando quieran debatimos sobre el concepto de Libertad.
Fernando Ayala Vicente
Doctor en Historia. Profesor de Enseñanza Secundaria. Autor de numerosos libros y artículos. Conferenciante, ponente y coordinador de Cursos de Formación. Jefe de Servicio en la Consejería de Educación. Ha recibido premios en Congresos de Historia y formó parte de un equipo de investigadores de la UEX y de otras asociaciones. Miembro de varios Jurados culturales, así como del Consejo Asesor de Publicaciones de la Institución Cultural El Brocense. Secretario de Educación en la Ejecutiva Local del PSOE de Cáceres, de Análisis de Historia del Socialismo en la Provincial de Cáceres y de Memoria Democrática en la Regional de Extremadura. Colaborador habitual en la prensa escrita regional y en medios digitales. Analista político en programas de radio. Diputado autonómico en la IX y en la X Legislatura.