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Por un puñado de votos: convencer a 3.200.000 votantes el sábado y el domingo


  • Escrito por Oscar Iglesias
  • Publicado en Opinión
(Tiempo de lectura: 3 - 5 minutos)

Cuando la tarde del viernes acaben los mítines de los distintos partidos y candidatos, y a partir de las doce de la noche, ya no se pueda pedir el voto, todavía no habrá acabado la campaña electoral.

Legalmente no se podrá pedir el voto, pero hay nuevas realidades que hay que considerar, porque en algunos lugares la jornada de reflexión y el propio día de la votación provocarán cambios en la intención de voto que modificarán el resultado final cuando se abran las urnas.

Muchos gobiernos se van a decidir por un puñado de votos. Y entorno a tres millones doscientos mil ciudadanos, que van a votar el día 28 de mayo, van a decidir a qué partido votar el día de reflexión y el propio día de las elecciones.

Esta realidad va a provocar situaciones difíciles de controlar en tiempo real, pero que tendrían que ser castigadas duramente por la Junta Electoral, aunque sea a posteriori.

La primera es el papel de los grupos de comunicación, especialmente las televisiones, que de manera directa o indirecta pueden optar por sacar determinada información, fake news, película, documental o comentario en programas en directo, donde amparándose en el derecho a la información, entren de lleno en campaña para decantar el voto de esos indecisos. ¿Exageración? Para nada, ya existen ejemplos.

La segunda, el impacto que tienen las redes sociales y el escaso control de las juntas electorales sobre ellas, hace posible que algunos partidos políticos, multinacionales, grupos de presión o élites, en estos dos días, tengan la tentación y los recursos para maximizar su presencia y discurso en las mismas, para atacar con campañas orquestadas, aunque sin logotipos a candidatos rivales, o para lanzar fake news contra distintas opciones electorales.

En este clima, hay que incrementar los controles para que los ciudadanos libremente puedan votar, sin presiones directas o indirectas, a los candidatos que consideren oportuno. En este sentido, es bueno destacar que:

  • El 55,7 por ciento de los españoles califica la gestión realizada por su alcalde o alcaldesa durante el último año como muy buena o buena. Mientras un 32 por ciento la califica de mala o muy mala. Un 9,2 por ciento dice que regular, según la encuesta flash de las elecciones municipales del CIS.
  • El 43 por ciento de los ciudadanos afirma que a la hora de votar en unas elecciones municipales a lo que da más importancia es al programa. Un 34,4 por ciento al candidato/a. Y un 15,6 por ciento al partido político.
  • El 66,7 por ciento de los ciudadanos creen que en unas elecciones locales la campaña electoral aporta sobre todo propaganda innecesaria. Mientras un 29,2 por ciento cree que aporta información útil que ayuda a decidir qué votar.

Nos encontramos en la recta final de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023. En el caso de las elecciones municipales, 35.539.083 ciudadanos, incluidos los españoles residentes en el extranjero con derecho a voto (8.896) y los residentes extranjeros en España (414.692), tendrán la posibilidad de elegir en los 8.131 municipios a 67.152 concejales; 97 alcaldes en elección directa en municipios en Concejo Abierto; 1.038 diputados provinciales; 157 consejeros de Cabildos; y 25 miembros de la Asamblea de Ceuta y 25 de la de Melilla, según los datos oficiales del Ministerio del Interior.

También habrá que elegir a 736 diputados en las asambleas legislativas de las Comunidades Autónomas que celebran elecciones; 153 procuradores, apoderados y junteros en las Juntas Generales Territorios históricos del País Vasco; 13 consejeros en el Consejo General de Arán-Lleida; 59 consejeros Insulares de Mallorca, Menorca e Ibiza; y 3.344 en entidades territoriales menores (EATIM).

Y todo ello se hará en 22.901 locales electorales, con 36.491 secciones censales, 60.576 mesas electorales, 545.184 ciudadanos en las mesas electorales entre titulares (181.728) y suplentes (363.456), aproximadamente 215.000 urnas y 59.000 cabinas, y con millones de papeletas impresas para la ocasión.

Papeletas que, por si no lo sabes, tienen que reunir obligatoriamente una serie de características: deben estar impresas por una sola cara y contener la denominación, sigla y símbolo del partido, federación, coalición o agrupación de electores que presenten candidatura; deben incluir la lista completa de nombres y apellidos de los candidatos y suplentes que componen la candidatura.

Y su color, el de las papeletas y los sobres de cada elección, cambia, siendo en las Elecciones Municipales, de color blanco; en las Autonómicas, de color sepia, salvo que la Comunidad Autónoma haya dispuesto otro color; en las elecciones a Cabildos Insulares, verde claro; donde haya, elecciones a Entidades Locales de Ámbito Territorial Inferior al Municipio, serán de color verde claro, salvo que la Comunidad Autónoma haya dispuesto otro color; y en las elecciones a Consejos Insulares de Mallorca, Menorca e Ibiza, de color azul cielo.

Además, toda la documentación electoral se edita en castellano, catalán, gallego, euskera y Valenciano.

Tic-Tac, tic-tac. Quedan pocas horas para votar y por un puñado de votos se decidirán muchos gobiernos. Vota, que no decidan otros por ti, porque quien vota elige.