La bomba del Carrer Canvis Nous y el Proceso de Montjuïc
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Textos Obreros
El atentado del Carrer Canvis Nous y el consiguiente Proceso de Montjuïc constituyen episodios fundamentales en la historia del movimiento obrero en Cataluña, especialmente en la represión del mismo.
El día 7 de junio de 1896 tuvo lugar en Barcelona, en el carrer de Canvis Nous un atentado anarquista. Consistió en el lanzamiento de una bomba al paso de la procesión del Corpus. La bomba causó la muerte de seis personas e hirió a otras cuarenta y cuatro. Este hecho desencadenó una dura represión.
La policía detuvo a más de cuatrocientos obreros, entre los que había muchos dirigentes y personajes anarquistas ajenos a la idea del empleo del terrorismo como arma de lucha. Se detuvo a Anselmo Lorenzo, Fernando Tarrida del Mármol, Teresa Claramut, Joan Montseny (Federico Urales), etc..
Por otro lado, se suspendieron las publicaciones de “La Tramontana”, “El Productor” y “Ciencia Social”. También se detuvo a Pere Coromines, que sin ser anarquista, mantenía relaciones con medios libertarios y por eso se hizo acreedor de la represión indiscriminada del gobierno.
En realidad, la bomba no fue tirada por nadie de los detenidos, ni el acto fue promovido por ninguno de los dirigentes o personajes anarquistas. Fue lanzada por un anarquista francés que nunca fue detenido. Pero el hecho fue un pretexto para intentar liquidar la potencia del anarquismo en Barcelona.
Los detenidos pasaron al Castillo de Montjuïc y sufrieron torturas y malos tratos con el fin de conseguir confesiones de culpabilidad, y se les aplicó la jurisdicción militar.
El denominado Proceso de Montjuïc, un verdadero consejo de guerra, tuvo lugar en el mes de diciembre. Se dictaron ocho sentencias de muerte y sesenta y siete de prisión. El Consejo Supremo de Guerra y Marina redujo las penas capitales a cinco, aplicadas a Aschieri, Nogués, Alsina, Molas y Mas), y veinte de prisión. El resto de encausados fueron puestos en libertad pero como se les consideraba un peligro social fueron enviados a Río de Oro, en África.
Las irregularidades cometidas y la represión generaron una intensa polémica y una campaña internacional entre 1896 y 1898. Esta campaña comenzó con un escrito de denuncia de Tarrida del Mármol, Les Inquisiteurs d'Espagne (1897). La campaña fue apoyada por parte de la prensa francesa. En España, la prensa republicana se implicó también en la denuncia de todo el proceso. Fue muy importante, en este sentido, el trabajo de Joan Montseny y de Alejandro Lerroux.
En el mes de agosto de 1897 el anarquista italiano Angiolillo asesinó a Cánovas del Castillo, que pretendía vengar a los ejecutados.
La presión de la campaña y este hecho motivaron que Sagasta decidiera ceder.
Se permitió el regreso de los desterrados y en 1901 se dio el indulto.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.
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