Cuando los carpinteros de armar celebraron su XXXI aniversario
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Textos Obreros
Las Sociedades Obreras solían celebrar los aniversarios de sus fundaciones con dos finalidades; en primer lugar, porque era motivo de orgullo aquel hecho como triunfo del espíritu organizativo; y, en segundo lugar, porque aquellos actos servían para reforzar dicho espíritu y tenían, por lo tanto, una función pedagógica y fraternal. En algunos casos, en dichas celebraciones, además de pronunciarse discursos, había una parte cultural y festiva.
En este caso acudimos al XXXI aniversario de la Sociedad de Carpinteros de armar, que realizó una “función oral-artística” en el mes de enero de 1924 en el madrileño Teatro de María Cristina.
El acto comenzó con una nota musical a cargo del niño Francisco Juárez Puigdengolas, que tocó al piano varias piezas. Después intervino el presidente de la Sociedad en ese momento, Ricardo Vallés, que explicó el sentido del acto, como una forma de estrechar lazos entre los compañeros y sus familias, además de resaltar su aspecto lúdico, en línea con lo que explicábamos más arriba.
A continuación, habló Lorenzo Aranzana, carpintero, miembro de la Sociedad de Carpinteros de Armar y de la Agrupación Socialista Madrileña, siendo después presidente del Círculo Socialista de Puente de Segovia. Fue muy activo en la Revolución de octubre de 1934, siendo fusilado en 1941. Aranzana se encargó de hacer la síntesis de la historia de la Sociedad, una parte fundamental en este tipo de actos, homenajeando a los fundadores, y muy especialmente a Manuel Arboledas, que fue una de las víctimas del desgraciadamente famoso suceso del hundimiento del Tercer Depósito de Agua del Canal de Isabel II en abril de 1905, hecho que hemos estudiado en El Obrero. Arboledas fue, como hemos visto, fundador de esta Sociedad, pero también había sido miembro de la Sociedad Obrera de Fábrica de Gas y de la Sección de vía y obras de la Estación del Mediodía, además de llegar a pertenecer al Comité Nacional de la UGT como vocal.
Después se leyó una carta “muy expresiva y cariñosa” de la Federación Local de la Edificación, adhiriéndose al acto. Pero la carta más importante leída en el acto fue la de Pablo Iglesias, que no pudo asistir por su salud. Iglesias les felicitó, recordó a Arboledas, y aprovechó, como era habitual en él, para hacer pedagogía sindical.
Luego la Sociedad “Linares Rivas” presentó un cuadro artístico. Su presidente, Santos Moreno recitó varios poemas, y Pedro García del Pino recitó otro dedicado a Pablo Iglesias.
Después, la “notable artista de varietés” Lolita Arbelaiz cantó varios “couplés”.
El “Trío Iberia”, compuesto de guitarra, bandurria y laúd, al que se unió el bandurrista Enrique Curto, ejecutó varias piezas de su repertorio.
El acto fue cerrado por Vallés, dando gracias y vivas a la Sociedad de Carpinteros de Armar (su nombre era “La Verdad Social”).
Hemos consultado el número del 14 de enero de El Socialista, y el Diccionario Biográfico del Socialismo Español.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.