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Amalio del Rey y la organización de los empleados de Correos y Telégrafos


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Amalio del Rey Villanueva fue un funcionario de telégrafos con una larga carrera como tal. Pero, además, desarrolló un intenso compromiso social y político. Ingresaría en la Agrupación Socialista de Valladolid y al regresar a Madrid lo haría en su Agrupación en 1902. Fue secretario del Comité Nacional entre 1911 y 1912. Además, sería miembro de la Masonería. Sería baja de la Agrupación en noviembre de 1921.

Pues bien, interesado en la organización de los empleados de Correos y Telégrafos nos ha dejado un análisis sobre esta cuestión a través de un artículo que publicó en el número del 6 de marzo de 1910 de la revista Vida Socialista, a cuenta de una disposición que había tomado Moret como ministro de la Gobernación antes de abandonar el Ministerio. Constituye un análisis a tener en cuenta sobre la compleja cuestión de la toma de conciencia de clase de los funcionarios, de los trabajadores no manuales, y desde la perspectiva socialista.

La disposición era una Real Orden modificando los reglamentos de Correos y Telégrafos para que el personal de ambos Cuerpos no pudiera declararse en huelga sino avisando con tres meses de antelación, so pena de incurrir en sanciones. Según Del Rey el ministro había querido prevenir la contingencia de un paro en el servicio de comunicaciones y evitar las perturbaciones que podría ocasionar una huelga, pero no había tenido en cuenta al legislar ni el carácter de los servicios públicos que pretendía garantizar, ni el grado de cultura de los empleados a quienes a través del miedo pretendía “esclavizar”.

Del Rey se preguntaba que si los telegrafistas se organizaban como lo estaban los obreros manuales y un día decidieran declarar una huelga porque el Gobierno desatendiese sus “razonadas peticiones”, podía creer Moret que la haría fracasar por saberlo con tres meses de antelación y que en ese espacio de tiempo pudiera improvisar empleados capaces de sustituir a los huelguistas. Si suponía eso demostraba que no conocía el servicio de telégrafos, aunque lo hubiera dirigido muchas veces, y que cuando había hecho “saltar de su poltrona al Sr. Elduhayen” no habían recurrido a la huelga, porque simplemente les había bastado con una pequeña resistencia pasiva. Del Rey se refería a José Elduhayen Gorriti, de basta carrera política desde los tiempos de Amadeo I hasta la Regencia de María Cristina, y que terminaría siendo ministro de Gobernación en sus últimos tiempos, en un Gobierno de Cánovas.

Nuestro protagonista consideraba que cuando el “proletariado oficial”, es decir los funcionarios y empleados públicos, se convenciera de que solamente por la fuerza que otorgaba la organización había de lograr las mejoras que sistemáticamente le negaba el “Estado-patrón”, es decir, cuando interiorizara la necesidad de asociarse, siguiendo el ejemplo de otras colectividades obreras, no le podría contener en su marcha la disposición aludida de Moret.

Le preocupaba que estas “colectividades oficiales” permanecieran alejadas de la lucha sin darse cuenta de lo perjudicial que para sus intereses resultaba esta forma de proceder. Precisamente, su mayor cultura y formación, habida cuenta del trabajo que realizaban en relación con los obreros manuales, debía, a su juicio, hacerles ver cual era el camino de su emancipación, pero opinaba que el ambiente en el que vivían, la pereza que engendraba el trabajo burocrático y el equívoco de creerse distintos a las demás colectividades obreras, había levantado una especie de frágil muralla (convencionalismos sociales), que impedía que se estableciera la comunicación entre elementos que, a fin de cuentas, sufrían por igual las consecuencias de un régimen injusto.

Del Rey tenía fe en que no tardaría mucho en que desapareciera esa barrera, y de que los empleados se percatasen de que su situación era más difícil que la de los trabajadores en general, y que eso sucedía por no contar con la fuerza que prestaba la organización. Por eso, había que unirse, asociarse.

Además de la fuente señalada podemos consultar el Diccionario Biográfico del Socialismo Español.

Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.

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