La importancia del puesto de trabajo para los socialistas hacia 1976
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Textos Obreros
En plena crisis económica, y política añadiríamos nosotros, iniciándose el año 1975, los socialistas defendieron el puesto de trabajo como un objetivo inmediato de la lucha.
Los trabajadores españoles eran los que estaban padeciendo la crisis de aquella época, soportando los efectos de la recesión con la congelación de salarios y con la falta de puestos de trabajo que se había incrementado con la proliferación de lo que que en la época se denominaban los “expedientes de crisis”.
En diciembre de 1975 se estimaba que la cifra real de parados llegaba en España al millón de trabajadores. Pero éstos no se habían quedado de brazos cruzados porque se había lanzado a defender sus puestos de trabajo, como atestiguaban los trabajadores de “Authi”, que habían protagonizado una marcha lenta desde Corrales de Buelma a Santander, o los encierros en Bilbao y Sevilla de los trabajadores de “IBEMO” y “MAGESA”, que habían sido despedidos alegando la empresa falta de trabajo. Además, se habían registrado acciones diversas de solidaridad con los trabajadores en paro a través de paros, apoyos económicos, manifestaciones, etc.
Pero los socialistas se temían que el problema económico español se iba a agravar mientras no cambiasen las coordenadas sociales, económicas y políticas, porque no garantizaban las demandas de empleos. La tasa de crecimiento que se preveía no iba a dar un salto, pero al aumenta la demanda de puestos de trabajo a un ritmo superior cada año el sistema económico se vería incapacitado para ocupar a todos.
Ante esta situación los socialistas defendían la idea de que los trabajadores no debían mantener una posición defensiva, sino que había que trabajar por una estrategia ofensiva con el fin de mantener e incrementar el número de puestos de trabajo. Esa estrategia pasaba por eliminar las horas extraordinarias, disminuir los ritmos de trabajo, disminuir la jornada laboral, etc., y desde una situación de fuerza obligar a la patronal a la creación de nuevos puestos de trabajo, imponiendo la distribución (inversión) de los beneficios.
El socialismo siempre había considerado que la reserva de mano de obra, es decir, el paro, era inherente al capitalismo, y que solamente desaparecería con la abolición de la propiedad privada de los medios de producción y con la construcción del socialismo (marxismo, como vemos), pero los socialistas tenían la obligación, en el seno de una sociedad capitalista, de orientar a la clase trabajadora en la lucha por la consecución de objetivos inmediatos, que en este caso era luchar contra el paro, o la lucha por el puesto de trabajo.
Hemos trabajado con el primer número del año de 1976 de El Socialista.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.