Sanna Marin, la indiscutible estrella de la política finlandesa
- Escrito por Juanjo Galán
- Publicado en Global
En poco más de tres años al frente del Gobierno, Sanna Marin, la líder política mejor valorada en Finlandia y la más célebre fuera de sus fronteras, ha pasado de ser prácticamente una desconocida a convertirse en la indiscutible estrella del panorama político finlandés.
Joven, carismática, decidida y excelente comunicadora, la primera ministra socialdemócrata concurre por primera vez el domingo como líder de su partido a unas elecciones parlamentarias, con el difícil reto de superar a los conservadores y a la ultraderecha para repetir mandato.
GESTIÓN MODÉLICA DE LA PANDEMIA
Desde que en diciembre de 2019 fuera nombrada jefa de Gobierno en sustitución del dimitido Antti Rinne, convirtiéndose en la mandataria más joven del mundo, Marin debió afrontar una de las legislaturas más complicadas de la historia reciente de Finlandia.
Durante su primer año al frente del Ejecutivo, Marin tuvo que dedicar buena parte de sus esfuerzos a lidiar con la pandemia de covid, tarea que realizó de forma modélica, a juzgar por los resultados de su gestión y a pesar de su relativa inexperiencia como gobernante.
El Ejecutivo que dirige reaccionó con rapidez e impuso medidas de contención estrictas, pero proporcionadas -entre ellas el cierre de fronteras o la declaración del estado de emergencia-, cuando la pandemia aún no se había cobrado víctimas mortales en el país.
De este modo, Finlandia logró ser una de las naciones europeas con menor número de contagios y muertos por covid, y ello sin confinar a la población, sin colapsos en su sistema sanitario y con un impacto en su economía más moderado que en muchos otros países.
Gracias a su carisma y a sus dotes natas para el liderazgo, grandes medios internacionales como la BBC británica y Forbes eligieron a Marin entre las cien mujeres más influyentes y poderosas del mundo en 2020 y un año después la prestigiosa revista Time incluso le dedicó una portada.
FIN DE LA NEUTRALIDAD MILITAR
Cuando lo peor de la pandemia ya había pasado, Rusia sorprendió al mundo lanzando una ofensiva a gran escala sobre Ucrania, una agresión que en Finlandia despertó viejos fantasmas por su semejanza con el ataque soviético sobre su territorio al inicio de la Segunda Guerra Mundial.
El Ejecutivo de Marin reaccionó a la invasión rusa de Ucrania tomando la histórica decisión -acordada con el presidente del país, Sauli Niinistö- de solicitar su ingreso en la OTAN, tras casi ocho décadas de neutralidad militar y a pesar de las reiteradas amenazas del Kremlin.
La determinación de Finlandia terminó de disipar las dudas de la vecina Suecia, el otro país no alineado de la región que también se planteaba unirse a la Alianza, y ambas naciones presentaron a la vez su solicitud de adhesión en mayo de 2022.
Desde el inicio de la guerra de Ucrania, Marin fue uno de los líderes europeos más críticos contra la agresión rusa y más partidarios de aplicar duras sanciones contra Moscú, pese al perjuicio que suponen para su propia economía.
LOS ESCÁNDALOS DE SUS FIESTAS PRIVADAS
Pese a su prestigio internacional, la imagen de Marin en su país sufrió un serio revés en 2022 a raíz del escándalo por la filtración de fotos y vídeos de dos fiestas privadas, en una de las cuales cantaba y bailaba con otros finlandeses famosos.
Tanto las redes sociales como los medios tradicionales, incluidos los supuestamente serios, se llenaron de críticas hacia su comportamiento e incluso fue acusada sin ningún tipo de pruebas de haber consumidos drogas.
Marin se sometió voluntariamente a un test de estupefacientes para desmentir los rumores -que dio negativo-, pero para entonces tanto las redes sociales como algunos medios ya habían acuñado un irónico apodo para referirse a su primera ministra: "Bile-Sanna" (algo así como Sanna la fiestera).
Poco después, en un mitin de su partido, Marin reivindicó entre lágrimas y con voz trémula -una imagen inédita de ella- su derecho "a la alegría y la diversión", especialmente en tiempos políticamente tan convulsos, y criticó que se hiciesen públicas imágenes de su vida privada.
La joven primera ministra recibió el apoyo de varias figuras internacionales como Hillary Clinton, quien publicó un vídeo en solidaridad dándolo todo en una pista de baile, pero también un toque de atención de su partido para que tratase de evitar nuevos escándalos.
A las medidas progresistas de su Gobierno, como la ampliación de la enseñanza obligatoria gratuita hasta los 18 años o la ley que pone fin a la esterilización forzosa de los transexuales, los medios finlandeses les dedicaron menos páginas que a sus supuestos excesos.
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