Los sindicatos franceses reavivan las protestas por las pensiones, tal vez por última vez
- Escrito por La redacción
- Publicado en Global
Los sindicatos franceses han convocado este martes la decimocuarta, y tal vez la última, jornada unitaria de protestas contra la reforma de las pensiones en un pulso que se va a prolongar el jueves en lo que se prevé como una sesión de bronca parlamentaria en la Asamblea Nacional.
Las centrales han convocado unas 250 concentraciones por todo el país, en las que los servicios de información de la policía anticipan que podrían participar de 400.000 a 600.000 personas y, ante el riesgo de que alguna de ellas degenere en enfrentamientos, como ocurrió la última vez, el 1 de mayo, el Ministerio del Interior ha movilizado a 11.000 agentes, de los que 4.000 se desplegarán en París.
El ministro de Interior, Gérald Darmanin, ha indicado también en su cuenta de Twitter que esos mismos servicios de información anticipan la llegada de miembros de la ultraizquierda llegados del extranjero, por lo que ha impuesto 17 prohibiciones administrativas de entrada a Francia para individuos fichados por ser potencialmente violentos, sin precisar en qué países se aplicarán.
Como ha ocurrido en las últimas jornadas de movilización por las pensiones, no se espera un gran impacto de las huelgas que se van a organizar en sectores estratégicos como el transporte, con la notable excepción de la aviación.
Ante la convocatoria de huelga de alguna organización representativa de los controladores, la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) ha indicado a las aerolíneas que tendrán que suprimir un 33 % de los vuelos en el aeropuerto parisino de Orly y un 20 % en los de Lyon, Marsella, Niza, Toulouse, Burdeos y Nantes.
Además de los varios cientos de vuelos anulados en esas plataformas, también podrían verse afectados algunos otros que sobrevuelen el espacio aéreo francés.
En el transporte ferroviario se van a cancelar de media uno de cada diez trenes. Esta vez no se verán afectados por el paro los del corredor París-Barcelona, que circularán normalmente, precisó a EFE una portavoz de la compañía estatal SNCF.
La ley que reforma el sistema de pensiones, y que en primer lugar retrasa la edad mínima de jubilación de los 62 años actualmente a los 64, fue formalmente aprobada por el Parlamento en abril después de una más que polémica tramitación -el Gobierno recurrió a un mecanismo constitucional para evitar el voto de los diputados- que atizó las protestas en las calles.
La imagen del Ejecutivo y del presidente, Emmanuel Macron, se ha visto muy seriamente dañada desde entonces y la agenda parlamentaria ha quedado en la práctica congelada ya que el Gobierno carece de una mayoría en la que apoyarse.
Esa situación de bloqueo es la que debería manifestarse de nuevo el jueves, cuando está programado el examen por los diputados de una proposición de ley de un grupo minoritario de oposición, LIOT -de centroderecha y regionalista-, que pretendía anular la reforma y que no tiene prácticamente ninguna posibilidad de prosperar.
De hecho, la semana pasada durante su examen en comisión el bloque que apoya a Macron consiguió vaciar de contenido la proposición de ley y, aunque la oposición pretende reactivarla, la presidenta de la Asamblea Nacional, la macronista Yaël Braun-Pivet, ha anticipado que recurrirá a un artículo constitucional para impedir que sea sometida a voto.
Pese a todo, eso no impedirá que la sesión en la Asamblea Nacional vuelva a poner en evidencia la confrontación frontal por la cuestión de las pensiones, y no se excluye que la Francia Insumisa (LFI), el partido del líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, presente una moción de censura.
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