De Colón a Cibeles pasando por Santiago
- Escrito por Gaspar Llamazares Trigo
- Publicado en Editoriales
"Tan lejos de Europa y tan cerca de la ultraderecha".
La tercera manifestación de la derecha en Madrid contra el gobierno de coalición de la izquierda y su mayoría parlamentaria, que ha pasado de las dos anteriores en la plaza de Colón y sus aires de conquista a los de fertilidad de la diosa Cibeles, unas con Casado a la cabeza y ahora con Núñez Feijóo, pero las tres con los mismos lemas consistentes en la patrimonialización tanto de la idea de España, como de la democracia y de la Constitución. También con parecidas imágenes nostálgicas y con los mismos insultos y descalificaciones emitidos en las concentraciones anteriores.
Una movilización igualmente que dicen salida de una convocatoria social y ciudadana, y que sin embargo ha contado con el protagonismo de Abascal como principal representante de la estrategia de deslegitimación y desestabilización del gobierno y de la legislatura, con Arrimadas ya solo a título personal y sin el moderado Núñez Feijóo, representado por poderes por relevantes miembros de su dirección. Las dos versiones de la derecha nacional populista realmente existente.
Una manifestación convocada de nuevo por España, por la democracia y la Constitución. Mejor dicho por su idea de España, su estado de derechas y su Constitución. Una concepción excluyente contraria al espíritu y a la letra de la propia Constitución. El legado de todos los españoles que una vez más intentan apropiarse las derechas, cuando ni siquiera fueron capaces de uirse para apoyarla en los momentos de su gestación y cuando más de cuatro décadas después todavía bloquean la renovación del órgano de gobierno del poder judicial para condicionar al resto de los poderes democráticos. Menos mal que todos sabemos que por suerte esta versión de la Constitución no es la única ni la mejor.
Además, y como era de esperar, en el curso de la manifestacion se ha puesto en evidencia también el inconsciente colectivo que late en la derecha, agitando la bandera de la dictadura y arrojando los insultos al presidente Sánchez de "dictador, golpista, traidor y asesino" por parte de los sectores más ultras, pero con el signicativo silencio del resto de la derecha. A ello se ha sumado el negacionismo de la ciencia, de la pandemia y del cambio climático.
Algo no muy diferente, mutatis mutandis, a lo ocurrido en la reciente movilización del independentismo con sus sectores más radicales, en un intento de hacerse presente en la cumbre hispano francesa, pero que solo ha servido para demostrar la decadencia del Procés y la división existente en su seno. El enfado y el argumento de Núñez Feijóo ante la comparación del presidente Sánchez entre ambas movilizaciones solo muestra hasta qué punto esta última manifestación se le ha ido de las manos al partido popular. Se puede decir que entre la última de Colón con la presidencia de Casado y esta manifestación de Cibeles con Núñez Feijóo saliendo de Santiago de Compostela, casi nada ha cambiado.
Porque la estrategia compartida por los participantes en Cibeles es la típica del nacional populismo de nuevo frente peligro de la división de España, la de la teoría de la conspiración contra una supuesta mutación constitucional encubierta por parte del gobierno socialcomunista y la de la deslegitimación de las instituciones democráticas con mayoría progresista como son el gobierno, el parlamento y ahora también el Tribunal Constitucional. Un caldo de cultivo de bulos y teorías conspirativas que para algunos sectores ultras podrían incluso justificar el asalto a las instituciones, en caso de que no ganasen las próximas elecciones generales, como ha ocurrido hace dos años en los EEUU y más recientemente en Brasil.
En definitiva, un saludable ejercicio del derecho de manifestación, que contrsdice el núcleo de la estrategia electoral de estabilidad, moderación y regeneración del PP.
Es de esperar que a partir de ahora las derechas no descalifiquen ni criminalicen las movilizaciones de los profesionales y los ciudadanos en favor de la sanidad pública en Madrid por su carácter político ni tampoco denominen a los participantes como vagos, pancarteros y agentes de la oposición. A todo esto, sigue pendiente la anunciada moción de censura de emergencia con un candidato independiente, anunciada desde finales de 2022 por la ultraderecha y apoyada por Ciudadanos con la abstención del PP.
"Se asocia a Cibeles principalmente con la fertilidad. También encarna la naturaleza salvaje".
Gaspar Llamazares Trigo
Médico de formación, fue Coordinador General de Izquierda Unida hasta 2008, diputado por Asturias y Madrid en las Cortes Generales de 2000 a 2015.