¿Y cuál es la alternativa al Gobierno Sánchez?
A aquellos que se posicionan críticamente con la estrategia de la actual dirección del PSOE cabe preguntarles eso, ¿cuál es la alternativa a un gobierno Sánchez?
- Publicado en Opinión
Diputado en las Cortes Generales por Madrid. Secretario general del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados.
A aquellos que se posicionan críticamente con la estrategia de la actual dirección del PSOE cabe preguntarles eso, ¿cuál es la alternativa a un gobierno Sánchez?
La derrota electoral ha llevado definitivamente a Feijóo a abandonar ese perfil de derecha moderada, pactista y constitucionalista que ya apenas se sostenía desde la campaña electoral del “Que te vote Txapote”.
En la vorágine informativa de la semana, la derecha política y mediática ha pretendido restar relevancia a una de las noticias más graves de este inicio de curso político: la “normalización” de las relaciones entre PP y VOX que han establecido formalmente Feijóo y Abascal en su reunión pública del Congreso de los Diputados.
El diccionario de la Real Academia define bisoño como “Nuevo e inexperto en cualquier arte u oficio”.
Las elecciones del 23 de julio han puesto de manifiesto la realidad social y política de España, frente a los espejismos que la derecha política y mediática ha tratado de establecer en su estrategia de acceso al poder.
Los españoles han frenado la involución democrática que representaba una eventual mayoría PP-Vox y que auguraba la derecha mediática y demoscópica.
Según el último Informe de Desarrollo Democrático del prestigioso semanario The Economist, 21 de los 165 países miembros de Naciones Unidas pueden considerarse democracias plenas. Se trata tan solo del 12,6% de las naciones del mundo, que a su vez registran solamente al 6,4% de la población mundial. España está incluida en este pequeño grupo de democracias de calidad.
Tras la publicación de la última macroencuesta electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), se han reeditado las críticas habituales y aceradas sobre este organismo y quien lo dirige.
Cualquier analista mínimamente objetivo podrá certificar dos cuestiones en esta campaña electoral.
La estrategia clave de las derechas ante las elecciones del 23 de julio consiste en desmovilizar el voto progresista.
No es un exceso retórico. Vox es la barbarie. Porque Vox retrotrae la historia de España medio siglo atrás. La ultraderecha representa un grave retroceso en el proceso civilizatorio que experimenta España desde la Transición Democrática.
La política española ha sucumbido definitivamente a la infección del trumpismo, por lo que a buena parte de la ciudadanía le resulta cada vez más difícil diferenciar hechos de valoraciones, datos de manipulaciones y verdades de mentiras.
El trumpismo es una de las mayores amenazas que se ciernen sobre el futuro de los españoles. Porque destruye las instituciones que fundamentan nuestros derechos y libertades. Porque convierte la democracia en un régimen deslegitimado y fallido. Porque socava las bases de la convivencia libre y en paz.
El PP ganó las elecciones del 28 de mayo, y ha obtenido mucho poder institucional.
Y de educación de calidad, y de cultura para todos, y del cuidado del medio ambiente, y de movilidad sostenible, y de urbanismo para las personas, y de igualdad real para la mujer, y de deporte saludable, y de oportunidades para los jóvenes, y de atención a la infancia, y de cuidados a los mayores, y de salud mental, y de combate a la soledad no deseada, y de lucha contra la pobreza y la exclusión social, y de integración de los inmigrantes, y de accesibilidad para las personas con discapacidad…
Querido votante.
Frente a lo que pudiera parecer por los titulares del debate mediático, estas elecciones no se han convocado para que uno y otro partido cumplan sus aspiraciones, ni para hacer presidente a fulano o alcalde a zutano.
Dice Feijóo que su cena con fiscales fue “institucional y correcta”.
La derecha política y mediática ha salido en tromba contra la Ley del Derecho de Vivienda, aprobada por mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados.
Ni todo el ruido del mundo puede tapar a los ojos de los españoles la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez para proteger el bienestar de la gente y para avanzar en modernización y en derechos. Y mira que lo intentan. Y mira que inventan. Y mira que tienen medios ruidosos…
Era el capítulo pendiente de la legislatura. El Gobierno de la gente ha ampliado derechos y libertades para la mayoría social, especialmente para los más vulnerable. Pero había un déficit relevante y llamativo, acerca de una necesidad básica que no está siendo bien atendida en el mercado.
Tenían el relato preparado desde el primer día de legislatura.
La economía se derrumbará. El paro se multiplicará. El precio de gas hará pasar frío a los españoles. La inflación traerá hambre y privaciones. España se romperá por el Ebro y el Bidasoa.
La mayor parte de los análisis que se publican a propósito de la actualidad política están centrados en el qué, en el cómo y en las alianzas de unos y otros.
El sistema de pensiones es uno de los pilares de nuestro Estado Social y Democrático de Derecho, clave de bóveda del Estado de Bienestar, y fundamento de la convivencia democrática.
El componente emocional siempre ha formado parte de la política en general y de las campañas electorales muy en particular. De hecho, algunos consideramos que se trata de un factor imprescindible. La política organiza la convivencia a partir de principios y de modelos de sociedad diversos, que cada día entran en conversación y en contraste. ¿Cómo no ha de haber emoción en la política?