Aldo Moro. Seis noches recordando (I)
- Escrito por José Manuel Roca
- Publicado en Opinión
Han sido las dedicadas a ver los seis episodios de la serie de televisión “Exterior noche”, dirigida por Marco Bellocchio, sobre el secuestro y posterior asesinato del político italiano Aldo Moro por las Brigadas Rojas, en la primavera de 1978.
Un salto atrás en el tiempo, que me ha hecho evocar con bastante exactitud el fatal suceso, ocurrido en unos años políticamente densos, que guardo en la memoria como un caótico y coloreado torbellino de nombres y fechas y noticias de aquí y allá, en un agitado escenario de gente activa, pancartas, manifiestos, canciones y banderas.
Recuerdo la fotografía del ex primer ministro y presidente de la Democracia Cristiana, muerto, en la parte posterior de un “cuatro latas” rojo (Renault 4L), aparcado, adrede como un aviso, en la vía Caetani de Roma, entre las sedes del Partido Comunista y de la Democracia Cristiana.Y recuerdo el debate suscitado por su secuestro y su muerte, en unos años de violencia y terrorismo de distinto signo político; años de plomo en Italia, a partir del atentado de 1969 en la Piazza Fontana de Milán, y también en España, en medio de la Transición.
Años luctuosos, que serían una de las derivas políticas de los agitados años sesenta y también de la actividad ilegal del Estado, que, en Italia, culminaría en 1990 con el descubrimiento de la Red Gladio, especie de ejército secreto preparado inicialmente para resistir una hipotética invasión soviética, convertido después en un instrumento de la guerra sucia de la extrema derecha y los cuerpos de seguridad del Estado contra partidos y sindicatos de la izquierda. El asesinato de Aldo Moro se inscribe en el contexto de aquellos años, difícil de entender hoy, pero descrito con bastante acierto, en 1988, por Nanni Balestrini y Primo Mororni en La horda de oro, 1968-1977.
Tras asesinar a cinco policías de su escolta, Moro fue secuestrado el día 16 de marzo de 1978 por un comando de las Brigadas Rojas formado por Valerio Morucci, Raffaele Fiore, Próspero Gallinari, Franco Bonisoli y Mario Moretti, y ejecutado el 9 de mayo.Los brigadistas habían comprobado que acudía cada día a misa antes de dirigirse a la universidad o al parlamento. Como en el caso de Carrero Blanco, la piadosa rutina facilitó la labor de los terroristas.
Aquel día de marzo se elegía un nuevo gobierno de la Democracia Cristiana presidido, otra vez, por Giulio Andreotti; uno más, en que los mismos políticos se alternaban en los cargos de breves gobiernos, que, cambiando de forma aparente, mantenían la hegemonía del partido católico durante décadas. El naciente gobierno no evitó esa tendencia, pues duró hasta enero de 1979.
Esta ocasión era diferente, la situación política era más compleja y la economía del país sufría, como la de otros, los efectos de la crisis del petróleo, pero, por otro lado, el Partido Comunista, crecido electoralmente y dirigido por Enrico Berlinguer, aceptaba el “compromiso histórico” de apoyar a la Democracia Cristiana.El artífice de esta operación, que una parte de sus correligionarios calificaba de acuerdo “contra natura”, había sido Aldo Moro. Con su secuestro, las BR querían golpear a la Democracia Cristiana -“el epicentro del sistema; el enemigo absoluto de la lucha obrera”, según Moretti-, impedir el pacto para desestabilizar al gobierno y canjear la liberación de Moro por la excarcelación de 13 de sus militantes.
Además, era un acto de afirmación ante otros grupos armados de la extrema izquierda, pero desproporcionado para algunos brigadistas. Renato Curcio, uno de sus fundadores, entonces preso en la cárcel de Turín, afirma que desbordó las posibilidades de la Organización. Como así fue.
La serie de televisión relata los días transcurridos entre el secuestro y el asesinato del dirigente católico, dedicando cada episodio -Moro; Cossiga; el Papa; los terroristas; Eleonora, la mujer de Moro; y el final- al punto de vista de los personajes. La duración de los capítulos -de casi una hora-, el formato monográfico y el carácter de reflexión interna, de monólogos, dan un tono lento a la narración, que a veces merma el interés, pero la serie merece la pena verse, tiene una factura moderna y está bien realizada e interpretada.
José Manuel Roca
Profesor jubilado de la Universidad Complutense.
Último libro publicado: 1968 Spain is different (Madrid, La linterna sorda, 2021).