Vox abofetea al PP en la cara de las mujeres
- Escrito por Joaquim Pisa
- Publicado en Opinión
El señor García Gallardo, presunto mandamás de Vox en Castilla y León, acaba de presentar una serie de medidas para que la Junta autonómica coaccione a las mujeres que pretenden ejercer su derecho al aborto.
Los fascistas inauguran así su campaña electoral para las municipales y autonómicas de mayo próximo, desde ese laboratorio de generación de odio a cuanto huela a democracia y progreso en el que están convirtiendo la autonomía castellano-leonesa con el permiso del PP, quien se supone que preside la Junta.
Cuanto se diga del camarada García Gallardo es poco. Ejemplo prístino de señorito de provincias vago, insolvente y profesionalmente inédito, hasta aparecer en un casting de Vox vivió del cuento en el bufete de abogados propiedad de su abuelo y su padre, cuyo principal cliente histórico fue ese ejemplo de emprendedores patriotas llamado José María Ruiz-Mateos.
La ocurrencia antiabortista de ahora es tan artera que huele a sacristía más que a despacho político, y su invención queda evidentemente fuera de las posibilidades intelectuales de García Gallardo. Consiste entre otras medidas disuasorias de similar fuste ético y científico, en que el médico obligue a la mujer que intenta ejercer su derecho a interrumpir el embarazo a oír el latido del feto, a fin de crearle mala conciencia sobre su decisión. De momento no parece que el ginecólogo tenga que amenazar a la abortista con las penas del Infierno, pero todo se andará.
García Gallardo ya ha avisado que no se permitirá la objeción de conciencia por parte de los médicos.
La indecencia de tan creativa medida ha espantado incluso al PP castellano- leonés y al "nacional", aunque desde luego no por inexistentes pulsiones éticas de Mañueco, Feijóo y compañía. Ocurre que de salir adelante la medida parida por Vox, e incluso con su simple enunciación como propuesta de gobierno, el partido fascista está lanzando una OPA hostil sobre el electorado del PP más escorado hacia la extrema derecha (que es tanto como decir la mayoría de sus votantes), que puede segar la hierba bajo los pies al partido de Feijóo en muchas autonomías, y sobre todo, unos meses más tarde, en las elecciones generales. De paso busca provocar un efecto de movilización y tensión en la izquierda, que a su vez desencadene una activación aún mayor del electorado votante del partido fascista.
En ese escenario electoral, el PP quedaría gravemente perjudicado en relación a sus expectativas actuales.
Así que el invento de Vox no es ni mucho menos un brindis al sol ni un tiro al aire gratuito, sino un misil con una trayectoria bien calculada. Desactivar esa sevicia contra las mujeres y su derecho a decidir sobre sí mismas compete ahora al Estado, sus leyes e instituciones.
En el aspecto puramente político, veremos qué reacciones suscita. De momento, el PP ha entrado en pánico, lo cual es lógico. En la izquierda, por ahora, pataleta podemita y silencio socialista. Mal vamos.
Joaquim Pisa
Escritor. Ha publicado varios libros sobre literatura de viajes, investigación en historia local y memoria colectiva contemporánea. Algunos de sus títulos son “Un castillo en la niebla. Tras las huellas del deportado Mariano Carilla Albalá” (sobre la deportación de republicanos españoles a los campos de exterminio nazis), “Las cenizas del sueño eterno. Lanaja, 1936-1948. Guerra, postguerra y represión franquista en el Aragón rural” (sobre la represión franquista), y la novela “El cierzo y las luces” (sobre la Ilustración y el siglo XVIII).
En 2022 ha publicado “Una quimera burguesa. De la nación fabulada al Estado imposible” (una aproximación crítica al independentismo catalán).
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