Al arma
- Escrito por Antonio F. Alaminos
- Publicado en Opinión
La expresión “al arma” proviene del siglo XVI, del vocablo italiano “allarme”. Se trata de una contracción de la expresión “all’arme”, cuyo significado literal es “al arma”. A la luz de la etimología, causa perplejidad las declaraciones alarmantes de la prensa y los líderes de derechas. La respuesta sencilla a qué quieren es evidente: que los partidos de derechas recuperen el poder y defiendan los privilegios de aquellos que los tienen. La respuesta difícil es a la pregunta ¿se creen lo que dicen? Cuando Ayuso acusa a la izquierda de aspirar a una república laica, siguiendo los detestables pasos de Francia, Italia o Alemania ¿a quien apela? O más fácil. Cuando plantean que España es Nicaragua y pretende encarcelar a los demócratas de derechas, ¿a quién se lo dicen? Afirmando que peligra la patria, el gobierno se rinde a los separatistas y han roto el pacto constitucional ¿a qué oídos gritan? Se supone que a los votantes que acudirán arremolinados a salvar la constitución, la patria y la libertad contra los ateos republicanos.
Pero no es un mensaje muy afinado y están paseando cargados de hipérboles explosivas por una trinchera conservadora muy profunda. Tanto, que como calienten demasiado oídos que escuchan pueden llegar a provocar una asonada sonora. When beguin the beguine, algún alarmado motivado y armado disparaba contra fotografías o amenazaba de muerte al presidente del gobierno. En ocasiones, tanto invocar alarma puede desenterrar pasiones etimológicas.
Y en el PP lo saben
Los que deben saberlo lo saben. Tal y como lo sabían con las mayorías absolutas demoscópicas de Pablo Casado. Al PP le va muy mal en las encuestas. Un ejemplo. La encuesta de El País daba una estimación de voto con el PP ganador. Por décimas, pero ganador. Sus datos primarios dicen otra cosa. En intención de voto válido el PSOE obtiene el 29,1% y el PP un 25,9%. En voto más simpatía, un escenario de movilización, el PSOE 29,8% y el PP 25%. Y me la juego a que la mayoría de las encuestas de opinión, incluso las “tal y cual”, dan en voto directo al PSOE por delante. Otra cosa es que las encuestas que encargue el tío gilito se las interprete en los medios el espíritu de Jesús Gil, en el jacuzzi con Imperioso. “Porromponpero”, evidentemente, las encuestas que encarga el PP, y leen en el PP, muestran la intención de voto de los datos primarios. Luego lo saben. Mes tras mes. Y sí. Cuando preguntan la razón para que estando el PSOE por delante le pongan por detrás les contestan “Ya la ronda demoscópica llega aquí firulirulí. A cantarte amores va firulirulá. Sal a tu ventana, que mi canto es para ti, sal genovesa, firulí, firulí, firulí firulírulá. El PP ganará”. No parece Feijoo muy incauto, al menos cuando la ambición no le ciega. Luego lo sabe. Y lo que es peor. Le va mal con Ciudadanos prácticamente amortizado y un Vox electoralmente bunkerizado.
Para mayor pesar, sabe que toca teclas sin martillo. Por más que aporrea como si fuera una polonesa de Frédéric François Chopin la tecla de ETA y los filoetarras, de la sedición, de Melilla, de los separatistas y todos los fantasmas, no emite sonido. Solo resuena en los medios y tertulias, pero no en las motivaciones de voto. Mi consejo es que sigan así. Hablándole a los españoles de amenazas que ya no existen ni importan. Y no importan debido a que ETA no mata, el estado no está indefenso, lo de Melilla fue una inmensa tragedia y en su inmensidad a los españoles les importa muy poco en qué metro dio en tierra. Promover que Irene Montero, y digo Irene Montero, protege a los violadores y maltratadores es otra nota absurda en su partitura dadaísta.
Para terminar, insisto en un consejo. No cambies. Al PP le va genial en las encuestas, las gana todas y deben estar felices y tranquilos. Su discurso llega perfectamente al corazón de los españoles, les habla de lo que les importa. Y por supuesto, insultar las políticas socialistas para atraer el voto de los electorados socialistas es una idea que deben desarrollar más aún. Pues eso. Cuando escucho a Cuca veo un mundo mágico de colores sobre el arco iris, en Shangri-La, donde la derecha no madura mientras reverdecen sus pasiones. Vamos, que lo flipo.
Antonio F. Alaminos
Catedrático de Sociología Matemática.