El ‘modus operandi’ de los criminales tras la explotación sexual en España
- Escrito por Laura de Grado
- Publicado en La Zurda
El enamoramiento, el engaño laboral o los regalos y chantajes por redes sociales, son algunos de los ‘modus operandi’ que utilizan los tratantes para captar a las víctimas de explotación sexual, unos criminales que -aunque no tienen un perfil específico- comparten unos patrones basados en el aprovechamiento, la intimidación y la vulnerabilidad de sus víctimas para perpetuar esta grave violación de derechos humanos.
Los tratantes y proxenetas buscan víctimas en situación de necesidad, de vulnerabilidad, de conflictos bélicos, de problemas políticos, de persecución…
Así lo han explicado la Fiscal Adscrita de la Unidad de Trata y Extranjería de la Fiscalía General del Estado, María de los Ángeles Sánchez López-Tapia, y la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida (Apramp), que han hablado con Efeminista con motivo del Día Internacional contra la explotación sexual y el tráfico de mujeres, niñas y niños este 23 de septiembre.
Quiénes son y cómo operan
Los tratantes, en su mayoría, son individuos sin un perfil específico en cuanto a sexo, profesión o nacionalidad, pero que comparten un objetivo: “se aprovechan de las víctimas y la vulneración de sus derechos buscando un rédito económico a través de la explotación”, asegura Apramp.
Lo que sí sigue un patrón son los ‘modus operandi’ o los métodos que usan los delincuentes para captar a sus víctimas de explotación sexual, que son en su mayoría mujeres y niñas.
En ocasiones los tratantes utilizan el método “lover boy” o “Don Juan”, que implica enamorar a la víctima para luego explotarla o traficar con ella. O “a través de la normalización y romantización de la prostitución“, explica Apramp.
Una de las tácticas más utilizada, sobre todo en trata trasnacional, es el engaño, “principalmente a través de falsas ofertas de trabajo destinadas a ofrecer mejoras laborales, económicas o de condiciones sociales y familiares”, explica la asociación.
“Buscan víctimas en situación de necesidad, de vulnerabilidad, de conflictos bélicos, de problemas políticos, de persecución”, añade por su parte la Fiscal Adscrita de la Unidad de Trata y Extranjería, María de los Ángeles Sánchez López-Tapia.
En el caso de las víctimas de países africanos como Nigeria, utilizan rituales vudú para atemorizar a las mujeres y garantizar su obediencia. Una estrategia que ya alertó la memoria de la fiscalía de 2019, pero que continúa en la actualidad. En febrero de este año la policía desmanteló una red de trata en Castellón que utilizaba este método.
Captación de menores a través de redes sociales
Un método que va en aumento es a través de regalos o vínculos emocionales que se transforman en chantajes y coacciones en redes sociales, lo cual es especialmente peligroso en el caso de niñas y niños menores de edad.
En este sentido, Sánchez López-Tapia alerta de que “las redes sociales dan mucha facilidad a quienes quieren captar a menores para la prostitución, para mantener relaciones sexuales o con el fin de utilizarlos para la elaboración de material pornográfico”.
“Lo frecuente es que contacten con los menores, se ganen su confianza a través de mensajes y con el tiempo crean un vínculo emocional”, describe.
Y asegura que “muchas veces saben que los menores pertenecen a familias con situaciones económicas difíciles, incluso marginales, y que están en situaciones de necesidad y por lo tanto es difícil que se resistan a la tentación de dinero fácil”.
Cifras de detenciones en España
En 2022 hubo un total de 343 personas investigadas por delito de trata en España, 204 hombres y 127 mujeres (el resto no consta), de las que el 76 % fue por trata sexual, de acuerdo a los datos actualizados de la Memoria de la Fiscalía.
El aumento de mujeres investigadas por este delito puede deberse a que “el proceso de sometimiento llega a tal punto en que muchas de ellas acaban dedicándose a la actividad para la que en un momento fueron ellas explotadas”, explica la fiscal especializada en trata , que reconoce que falta hacer más análisis sobre las causas.
Muchas de ellas, continua, “tienen antecedentes de haber sido explotadas o tratadas, y con el paso del tiempo se integran de alguna forma en las redes de las que un día fueron víctimas”.
Y explica que con el tiempo la propia organización criminal, como forma de captar, les atribuye una función de mayor responsabilidad y de control de otras mujeres, con quienes “pueden reproducir las mismas conductas de las que ellas fueron víctimas en el pasado”.
La memoria de la fiscalía también alerta de la vinculación de la trata sexual con otros delitos conexos “en particular el tráfico de drogas que los explotadores obligan a cometer a las mujeres, forzándolas a suministrar sustancias estupefacientes a los clientes” y a consumirlas a ellas, generándoles una adicción y aumentando su control sobre ellas.
Las víctimas: 88 % mujeres
Un total de 253 personas han sido identificadas como víctimas de trata con fines de explotación sexual en 2022, de las que 223 eran mujeres y niñas, es decir un 88 %, que procedían mayoritariamente de Colombia, Paraguay y Brasil, según los datos actualizados a Efeminista por la Fiscal Adscrita de la Unidad de Trata y Extranjería.
Sin embargo, Naciones Unidas calcula que por cada víctima de trata identificada hay al menos 20 sin identificar.
Detección de trata y explotación sexual
Actualmente gran parte de la explotación se produce en casas, chalets y pisos particulares, explica la fiscal Sánchez López-Tapia, lo que supone “un problema para la investigación policial y judicial, porque es más complicado acceder y por lo tanto es más complicado llegar a detectar a las personas que están siendo explotadas dentro”.
O, incluso, alerta, de forma online, lo que es aún “más difícil de rastrear o de controlar”.
Para Apramp, que lleva más de 30 años trabajando con supervivientes, “la falta de procedimientos estandarizados para la detección e identificación de víctimas” es otro de los obstáculos en la lucha contra este delito.
Por ello ven necesaria la labor y conocimientos de las supervivientes, “porque son ellas las que ven e identifican los cambios de los modus operandi de los proxenetas y mafias a la hora de detectar a víctimas de explotación sexual”, explican.
Así como “la colaboración y la coordinación entre entidades especializadas y administraciones públicas y fuerzas y cuerpos de seguridad del estado” y la aprobación de una Ley Integral contra la Trata.
Y reclaman la creación de mecanismos y políticas públicas centradas a la restitución y recuperación de los derechos, las vidas y dignidad de las víctimas.
La Policía Nacional mantiene operativos, las 24 horas del día, un teléfono y un correo de Lucha contra la trata, tanto para las víctimas como para cualquier ciudadano que quiera denunciar un caso: 900 10 50 80 y trata@policía.es. La llamada es confidencial y no queda registrada en la factura telefónica.
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