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Ribera cree que los combustibles sintéticos fracasarán para el gran público


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La vicepresidenta española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, celebró hoy que la Comisión Europea y Alemania hayan llegado a un acuerdo sobre la prohibición de vender coches que emitan CO2 a partir de 2035, afeó a Berlín la maniobra y pronosticó que los combustibles sintéticos servirán como solución mayoritaria.

"Sinceramente, no creo que esto vaya a tener éxito. Según las valoraciones que se están haciendo en estos días, es demasiado caro para ser la respuesta adecuada para cualquier ciudadano medio de Europa", declaró Ribera a su llegada a un consejo de ministros de Energía de los países de la UE.

Los Veintisiete aprobarán hoy, definitivamente, la ley que acabará con las ventas de coches contaminantes en la UE a partir de 2035, un texto que Alemania bloqueó en el último momento, cuando estaba ya pactado, para pedir mayor proyección a los combustibles sintéticos, pese a que estaban mencionados en el acuerdo.

Tras semanas de tensión, la Comisión y Alemania llegaron a un compromiso que deja inalterado el texto negociado pero que añade una declaración y un calendario para que el Ejecutivo desarrolle la legislación para coches con "efuels", es decir, combustibles producidos a partir de hidrógeno y dióxido de carbono pero climáticamente neutrales porque sólo emiten el CO2 previamente capturado.

Esa declaración, a la que ha accedido EFE, señala que Bruselas se compromete a presentar un reglamento "sólido y a prueba de evasiones" para la homologación de ese tipo de vehículos, en colaboración con el Comité Técnico de Vehículos Motorizados.

Bruselas presentará también "en otoño de 2023" una pieza legislativa -acto delegado- que "especifique cómo los vehículos con 'efuels' contribuirían a los objetivos de reducción de emisiones de CO2, en relación con la regulación de las normas de emisión de CO2 para turismos y vehículos ligeros".

Ribera, en todo caso, consideró que al ser actualmente tan caros esos combustibles sintéticos, que se pueden usar en coches con motor de combustión, servirán sólo para "demandas muy específicas y demandas muy pequeñas". Agregó que "como principio" no le gusta el "enfoque" de Alemania, que cambió su posición "en el último momento un tema en un expediente que ya estaba acordado por las diferentes instituciones".

"Creemos que no es justo. Pensamos que todos tenemos la oportunidad de discutir en cada una de las diferentes fases qué estamos apoyando, cómo negociamos. Y creemos que es una situación bastante curiosa encontrarnos al final de este procedimiento con esta solicitud", dijo la vicepresidenta española.

"Lo bueno, y eso es importante, es que la Comisión ha encontrado una manera de dar cabida a esta solicitud de Alemania sin poner en peligro la sustancia y la importancia de estos archivos", agregó.

Por su parte, la ministra sueca de Energía e Industria, Ebba Busch, cuyo país tiene este semestre la presidencia del Consejo de la UE, también afeó el gesto de Berlín y dijo que sería preferible "ver que los países vienen antes en el proceso y saber los diferentes puntos clave, de forma que sea posible encontrar una solución antes".

"Pero vimos lo que fue la realidad e intentamos gestionar esa solución", señaló.