Negocios eclesiásticos
- Escrito por Victor Hugo
- Publicado en Poetas
Nuestros obispos y nuestros pastores
se sacrifican, los monseñores
como vicarios y sacerdotes,
como los frailes y monigotes.
Venden bautizos y aguas benditas,
venden sermones y medallitas,
venden las misas, venden sudarios,
las comuniones y escapularios.
Palmas y olivos contra tormenta,
y otras mil cosas que el Papa inventa
sin que se agoten los sacrificios
aguas de la Virgen, misas y oficios.
Diezmos, derechos de enterratorio,
y venden pasaportes del purgatorio.
Venden huesos, reliquias, cruces, pendones,
y por tarifas venden las oraciones.
Por dinero las almas sacan de pena,
con un rosario, una misa ó una novena.
Latitas, si te ríes; si lloras, lata,
lo mismo al vivo que al que se mata;
todo es vendible, todo es dinero,
con lo quo esquilman al mundo entero.
¿Que estáis alegre? ¿Que estáis contento?
¡Te Deum laudamris... en el convento!
¿Pierdes un deudo á quien tú quieres?
¡Pues paga funerales y misereres!
¿Vienes al mundo? ¡Paga, villano,
paga, si quieres verte cristiano!
¿Quieres casarte? ¡Paga, canalla!
¿Quieres morirte? ¡Pues paga y calla!
¿Que ya te has muerto? ¡Paga el velorio
y los derechos del purgatorio!
¿Temes del cielo crueles sentencias?
¡Paga al prelado las indulgencias!
¿Te condenaste? ¡La cosa es gravo!
Pero pagando, tal vez... ¡quién sabe!
Paga cien misas á Santa Rita
que ésta conoce la malaquita,
y, sobre todo, si es bien pagada,
te sacará al mundo del mismo infierno,
con un indulto del padre eterno.
(Vida Socialista, nº75 de 4 de junio de 1911)