Dani Rius: “Los refugiados que cruzaron a Francia en 1939 buscaban un sueño que no fue”
- Escrito por Irene Dalmases
- Publicado en Actualidad
Licenciado en filosofía y profesor, Dani Rius debuta en la novela con "La sorra", una fábula contemporánea, homenaje a la generación de hombres y mujeres que en 1939 cruzaron la frontera española derrotados en busca de la libertad y acabaron recluidos en los campos de concentración del sur de Francia.
En una entrevista con EFE, Rius rememora que su abuelo materno fue una de las 500.000 personas que abandonaron el país, uno de los integrantes de la "caravana de personas tristes", tal como las describe al inicio de la obra, aunque él nunca habló de ello, llegando a haber leyendas familiares que afirmaban que huyó de uno de estos lugares.
Antes de que se declarara la pandemia del coronavirus, el escritor empezó a indagar y a tirar de diferentes hilos para intentar esclarecer qué había ocurrido realmente con el padre de su madre, aunque sin intención de plasmarlo en un libro.
Sin embargo, con todo el material que obtuvo a partir de testimonios escritos, de un par de cartas que se conservaban de su abuelo -que demuestran que no huyó- y de bibliografía que hay sobre este episodio de la guerra civil ha acabado armando esta poética novela, una historia coral de hombres y mujeres hundidos en la arena de unas playas que eran como "jaulas de alambre espinoso", donde el único techo era "un cielo estrellado".
Publicada por Edicions 62, la novela muestra la desolación de una de estas playas, con gente corriente que huye del horror de la guerra, desde un miliciano de ojos negros, a una madre con cuatro hijos, un joven recluta desorientado o una adolescente de buena familia que se ve inmersa en una de estas caravanas.
Dani Rius no rehuye que, a tenor de las imágenes de los últimos meses de refugiados de Ucrania o de países en guerra en Oriente Medio y África en dirección a Europa, "la historia se repite, aunque en el caso de los que acabaron en estos campos de Francia sus condiciones fueron muy precarias, al dejarlos tirados sin nada en la playa".
Muchos enfermaron de disentería, apenas había agua potable para beber, debían acudir al mar para todas sus necesidades, se enterraban en la arena para protegerse del frío y no esconde tampoco a lo largo de estas páginas que hubo mujeres violadas por soldados del ejército francés.
En estas condiciones, agrega, "no me imagino otra cosa que no sea la tristeza. Entonces y hoy en día. Gente que había perdido sus casas, otros parte de su familia, algunos fueron bombardeados".
Además, la mayoría de ellos abandonaron España "por miedo a represalias, por su actitud durante el conflicto. Viniendo de una ilusión como era la construcción de una república. Cruzaron la frontera en busca de un sueño que nunca fue. Iban a Francia con la esperanza de que entraban en un país que era cuna de la libertad y la fraternidad, y no", apostilla.
UN RELATO CORAL
Desde el primer momento tuvo claro que su relato sería coral, porque "las experiencias pueden ser muy diversas, aunque en ocasiones se quiere hacer ver que la historia es un relato único, pero creo que es enriquecedor ofrecer diferentes miradas de un hecho concreto".
Con un lenguaje envolvente, sin obviar la violencia y la fatalidad de la situación de los protagonistas, la arena es también "omnipresente, porque, según los testimonios que nos han quedado, se metía por todas partes, se podía mascar, entraba en los ojos, en las orejas, la tenían entre los dedos, había golpes de viento".
Por otra parte, Rius tenía claro que las mujeres debían ser centrales en su narración por el papel que tuvieron en estos campos, a pesar de que los relatos sobre lo que allí ocurrió están firmados por hombres.
Como alguno de sus personajes, el novelista también califica de "absurdas" las guerras y se hace suya la frase de uno de ellos cuando afirma que: "si las madres mandaran, no enviarían a sus hijos a la guerra".
Aficionado a la escritura desde siempre, con un libro de cuentos publicado, "Història del bonsai", ya piensa en nuevas historias.
La Redacción recomienda
-
Lech Walesa, acusado de perjurio en el juicio sobre su supuesta colaboración con comunistas
-
Jordi Pujol ve un futuro “problemático” para Cataluña: “Está amenazada nuestra identidad”
-
Philippe Jaroussky: «Ser contratenor es un acto político»
-
“Cerca del Metro”, “con agua y luz" o "sin DNI”: así operan las mafias de la okupación