Estos días son un poco raros para todos per más lo son aún para los niños. No hace mucho pregunté en una clase de primero de la ESO sobre la Navidad, su significado, las fiestas…y las respuestas fueron a cual más kafkiana. Los niños y niñas ya no juegan como antes, no queman americanos de plástico en el horno, no se meten debajo de la mesa camilla mapa en mano y linterna a viajar, no la lían parda haciendo experimentos en casa…no sé, me dio la sensación de que ahora juegan a otras cosas, asuntos virtuales. Recuerdo una de las navidades que vine a Madrid cuando vivía en Francia para presentar y firmar algunos libros en diversos actos programados en el conocido Círculo de Lectores. La verdad es que estaba yo tocada en cierta manera –la gresca con los franceses es inevitable y divertida-, pero al ver en casa de mi hermana a mi sobrina Marina me llenó de gran ternura ver cómo jugaba feliz, cuando por Reyes le habían regalado los carísimos muñecos llamados Nenuco Escuela. Bien, la cuestión tuvo su gracia al ver –digo- a mi preciosa sobrina de 6 años cómo se disponía a dar clase magistralmente –claro. Ahora tiene diez años más. Ella enseñaba clases magistrales delante de todos sus muñecos muy bien vestidos cuyos lápices y ojos petrificados quedaban delante de Marina, inmóviles, con sus pizarras, y a Ella no le importaba nada. Marina no se fijaba, no prestaba atención a lo que sus alumnos decían o hacían: es que ¨"son muñecos", diríamos los adultos. La cuestión es que en Marina vi la felicidad y pureza infantil, con su discurso de matemáticas, de dos más dos, de vocales, de caligrafía, hacía cumplidamente los deberes de sus muñecos, respondía en varias voces a las preguntas que Ella misma formulaba al espacio de su habitación sin que nadie en apariencia respondiera, pintaba en diversas letras, notas, que según dice, tomaban sus disciplinados y silenciosos alumnos...en fin, jugaba y jugaba, daba rienda suelta a su imaginación al tiempo que desarrollaba una profesión: la de ejercer un discurso delante de un público y algo más, era pedagoga, jugaba en definitiva a ser una profesora compartiendo unos conocimientos con unos seres que estaban allí para participar, comprender y aprender lo que Ella decía.