Los feminismos contemporáneos, centrados en la constitución de un sujeto femenino y presa continua de la tensión entre la necesidad de construir una identidad femenina y la de demoler la categoría “mujer”, siguen debatiendo la cuestión, aunque parezca que en la construcción de un futuro sea cada vez más deseable una tercera vía, a modo de síntesis. ¿Qué quiere una mujer? ¿Qué quieren las mujeres? Es asombroso hoy no hallar el relato de la emancipación femenina, un relato olvidado y no reconocido. Es evidente que la vida de las niñas no se asemeja a la de sus madres o abuelas y tan indudables y acumulativas parecen las conquistas realizadas, que son una definición de la legitimación histórica, social y cultural de nuestra historia. Desde el derecho de voto, la maternidad din peligro, la anticoncepción, oportunidades profesionales, hasta llegar a atribuir a las mujeres una manifiesta superioridad en términos de esperanza de vida.