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Carles Porta exhibe su potencial narrativo en “Crímenes: diez casos reales”


(Tiempo de lectura: 2 - 4 minutos)

El periodista especializado en crónica negra Carles Porta exhibe músculo narrativo en su nuevo libro, "Crímenes: diez casos reales" (Reservoir books), donde hila diez crónicas de asesinatos reales en los que, según ha dicho hoy, busca huir del relato morboso y llegar a un público transversal.

El libro, que se publica en catalán y en castellano, llega tras un año de reconocimientos a su trabajo como periodista de sucesos, ya que el podcast "Crims" que produce para Catalunya Ràdio ha recibido en 2021 el premio Ondas al Mejor Programa de Radio y, además, ha sido galardonado con el Premio Nacional de Comunicación de Cataluña.

En la presentación del libro este jueves, Carles Porta ha destacado que su trabajo consta de tres ingredientes clave: rigor, para que sus historias gocen de toda credibilidad; respeto, por las familias de las personas implicadas y sus fuentes; y ritmo narrativo, para llegar a un público amplio y hacer atractivas las historias.

Entre las diez historias que incluye su nuevo libro hay algún caso inédito, pero la mayoría son reescrituras de casos emitidos por televisión o radio: "El papel permite perfeccionar los casos y explicarlos de manera diferente; el libro es, sobre todo, un ejercicio narrativo, he hecho literatura en catalán".

Así, figuran, entre otros: el caso de Amaia Azkue, la vecina de Zarautz cuyo asesino fue identificado por un detalle trivial; la estremecedora desaparición de los hermanos Òrrit en el hospital de Manresa y la búsqueda que ha llevado a cabo durante décadas su numerosa familia; el asesinato a sangre fría de un hombre en Madrid a causa de un macabro juego de rol; o el sangriento robo que cometió una mujer en Fargo, Dakota del Norte, contra su propia vecina.

LA LÍNEA FINA DE LO MORBOSO

La crónica negra o el "true crime", remarca el periodista, ha existido siempre y, de hecho, las mismas historias que explican los programas que ha dirigido para radio y televisión ya se han contado otras veces: "Nosotros no nos inventamos nada, acudimos a la realidad para buscar información, y la explicamos de manera narrativa".

Para Porta, la clave de sus historias es evitar detalles morbosos, aunque acepta que la línea es subjetiva: "Mi equipo y yo somos muy escrupulosos con lo que decimos.

Cada detalle que aparece tiene que ser imprescindible para entender la historia y, si no lo es, queda fuera, pero debe ser suficiente para saciar la curiosidad de la audiencia", dice.

El periodista cree que el éxito de sus historias, sean emitidas en formato audiovisual o escritas en papel, reside precisamente en no pasar la línea de lo morboso: "La gente busca historias como las nuestras y tenemos un público muy transversal, y eso es debido a que tratamos cada caso como si estuviésemos frente a una persona de nuestra familia".

Aunque las historias de Carles Porta conlleven un trabajo ingente en sumarios, mandos policiales y contactos entre fiscales y jueces, la fuente más importante, afirma el periodista, son las familias.

Cuando trabaja una historia, al final siempre intenta contactar con las familias tanto de víctimas como de asesinos, porque son el testimonio directo de lo sucedido: "Les ofrecemos participar y a menudo aceptan y agradecen explicarse, pero hay veces que rechazamos la historia si vemos que puede infligirles dolor".

Una vez se tiene toda la información del caso, comienza la fase narrativa, cuando la manera de explicar se sobrepone en prioridad a la misma historia: "Es lo que nos diferencia del periodismo del día a día, tener el tiempo para darle a los temas una forma única que enganche, y eso requiere mucho trabajo".

UNA FUNCIÓN SOCIAL

Una frase identifica el trabajo de Carles Porta: "Posar llum a la foscor" ("Poner luz a la oscuridad", en catalán), que refleja la vocación periodística de su trabajo: "Nosotros mostramos a la gente los sucesos de esa parte oscura de la sociedad que, si no se explica, se desconoce".

"Los asesinatos forman parte de la mitad de la sociedad a la que no queremos mirar", afirma el periodista, "pero, si observásemos más esa mitad, entenderíamos mejor cómo funcionamos como sociedad".

Para Carles Porta los asesinatos, lejos de ser sucesos individuales, son el final de muchos errores: "Un asesinato se personifica en concreto en el autor de esos hechos, pero detrás esconde muchos fracasos colectivos que nos atañen a todos".