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Cien años del asesinato de Eduardo Dato, político y abogado de los pobres


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El centenario del asesinato de Eduardo Dato ha congregado este martes a autoridades públicas y familiares del político y "abogado de los pobres" en el Panteón de Hombres Ilustres, en un acto en el que se ha reivindicado su contribución al servicio público y su trayectoria ejemplar.

“Nos encontramos para honrar un buen ejemplo de una vida consagrada al derecho, a la ley y al servicio público”, ha destacado la presidenta de Patrimonio Nacional, Llanos Castellanos.

Dato fue el último “de los brillantes españoles” que encontró sepultura en el Panteón de los Hombres Ilustres, lugar levantado con el propósito de lograr un consenso sobre la historia y la identidad nacional del pueblo español.

"Un lugar simbólico de encuentro que pusiera freno a tanta discordia”, ha señalado Llanos. Dato fue también un letrado exitoso que llevó asuntos muy importantes y formó parte del grupo de los denominados "abogados de los pobres", uno de los creadores del turno de oficio y de la asistencia jurídica gratuita, ha recordado por su parte el decano del Colegio de Abogados de Madrid, José María Alonso.

Tanto Alonso como el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, han calificado el asesinato de Eduardo Dato de "vil" y han reconocido su condición de pionero en la legislación, con la elaboración de una reforma laboral novedosa. Dato fue también una figura muy vinculada a la aprobación del decreto de mancomunidades.

"Tenía muy claro que era posible otorgar la plena autonomía municipal siempre que no llegase a mermar en lo más mínimo la soberanía del Estado", ha comentado Martínez López. Además de abogado y presidente del Congreso de los Diputados elegido de manera unánime, Eduardo Dato fue diputado, ministro de la Gobernación, presidente del Consejo de Ministros y alcalde de Madrid.

Su actual sucesor en este último cargo, José Luis Martínez-Almeida, lo ha definido como “un gran servidor público de España con una trayectoria ejemplar" y ha pedido tomarlo como "ejemplo e inspiración de una conducta intachable".

Almeida espera que pronto se coloque una placa al político en el lugar donde fue asesinado, la Plaza de la Independencia de Madrid.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha recordado por su parte que "sus palabras, pensamientos y acciones traslucen la lealtad institucional, el esfuerzo de integración y la voluntad de concordia que es la base de la convivencia y el progreso de la comunidad política y de toda la nación”.

Al acto también han asistido la vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor, el presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Manuel Pizarro, y la directora de la Real Academia de la Historia, Carmen Iglesias.